Editorial: Penguin Random House
Querido lector, Siento decirte que este libro es extremadamente desagradable: cuenta la historia de tres niños con muy mala suerte. Los hermanos Baudelaire son un imán para los desastres. Para empezar, sobreviven a un incendio terrible, se enfrentan a un ser malvado, codicioso y repulsivo, desmontan un complot para despojarlos de su fortuna ¡y se ven forzados a llevar ropa que pica! Yo tengo la triste obligación de poner por escrito estos trágicos acontecimientos, porque soy el autor. Pero a ti nada te impide cerrar inmediatamente este libro y leer algo más alegre, si eso es lo que prefieres. Con todo mi respeto, Lemony Snicket
Gracias Penguin Random House por el ejemplar.
"Si están interesados en historias
con un final feliz, será mejor que lean otro libro. En éste, no sólo no hay un
final feliz, sino que tampoco hay un principio feliz y muy pocos sucesos
felices en medio.”
Creo pertinente comenzar esta
reseña asegurándoles que, habiendo leído no sólo “Un mal principio” y “La
habitación de los reptiles” sino que también los otro once libros que les
siguen y que aún no han sido publicados en español, esta frase con la que
Lemony Snicket comienza a escribir “Una serie de catastróficas desdichas” es
completamente cierta. También es cierto que a pesar del tono oscuro y bastante
desesperanzador de los libros, el lenguaje cómico con el que están escritos y
el aprovechamiento de situaciones y elementos absurdos (a la vez que
inteligentes) hacen que ésta sea una saga imprescindible para los fanáticos de
la literatura juvenil.
En el primer tomo se nos presenta
a los tres hermanos Baudelaire y al Conde Olaf, un siniestro hombre que será su
primer tutor legal tras la muerte de sus padres en un trágico incendio. Los
niños pronto descubren que lo único que le interesa a Olaf es la gran fortuna
que dejaron sus padres, y que está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de
lograrlo. Por fortuna, los tres hermanos son sumamente inteligentes y
habilidosos, y a pesar de que los demás adultos resultan totalmente inútiles, logran desenmascarar las verdaderas
intenciones de su tutor. Lamentablemente, sus peripecias no hacen más que
empezar...
Creyendo
haber dejado al Conde Olaf en el pasado, el segundo libro comienza con los
Baudelaire camino a casa de su nuevo tutor, el famoso herpetólogo Montgomery
Montgomery (o como él insiste que lo llamen, tío Monty). A pesar de parecer
bastante excéntrico y descuidado al principio, los niños descubren que él
realmente se preocupa por su bienestar y se acostumbran rápidamente a su nueva
vida rodeado de reptiles. La felicidad durará poco, porque el nuevo asistente
del tío Monty, un tal Stephano, resulta sospechosamente familiar: los
Baudelaire pronto descubrirán que se trata del Conde Olaf, y que no tiene nada
bueno entre manos. Por segunda vez, sólo ellos podrán demostrar el peligro que
corren y detenerlo antes de que sea demasiado tarde para ellos… o para tío
Monty.
Una de las cosas más interesantes
de los libros de “Una serie de catastróficas desdichas” es el buen manejo y la construcción
de los personajes. A diferencia de sagas juveniles similares. Los hermanos Baudelaire tienen un protagonismo
equilibrado; no hay un personaje que predomine y otros que lo complementen,
sino que todos tienen su misma cuota de importancia. Violet, la mayor de los
Baudelaire, es la más interesante por cómo se la plantea siendo mujer. Desde el
comienzo de la historia se remarca que la mayor de sus cualidades es su
inteligencia, en contraposición a tantas otras mujeres en sagas similares que
se lucen tan sólo por su belleza física. Klaus, por su parte, representa lo
intelectual: habiendo leído una cantidad sorprendente de libros para sus
escasos doce años, son pocas las cosas que el segundo hermano Baudelaire
desconozca, y aún en ese caso, bastará con que devore algún libro para
conseguir la información necesaria para sacarlos de apuros. Por último tenemos
a Sunny, que a pesar de ser una bebé es el componente físico la mayoría de las
veces. Su reducido tamaño y sus afilados dientes la ayudan a hacer cosas que
sus hermanos mayores no pueden. Su incapacidad de hablar comprensiblemente
proporciona algunos de los mejores momentos en los libros, en donde el narrador
repone lo que la pequeña probablemente quiso decir.
Las figuras de los adultos,
especialmente del señor Poe, son las más destacables al momento de analizar la
lectura. Su inutilidad y su incapacidad de ver lo que está pasando generan
frustración en el lector, que es justamente lo que el autor pretende: Poe no es
ni más ni menos que cualquier adulto que desestima lo que los niños tengan para
decir por el simple hecho de ser niños. Por otro lado están personajes como
Justicia Strauss o tío Monty, ambos encantadores y bien intencionados pero que
al momento de ayudar activamente a los niños también se ven sumamente limitados.
El Conde Olaf, por su parte, se construye como un personaje sombrío, cruel y
despiadado, pero al mismo tiempo caricaturizado para sacar provecho del humor
satírico que caracteriza a la saga. A pesar de resultar gracioso la mayoría de
las veces, no son pocos los momentos oscuros que protagoniza: el malvado
villano le propina una feroz bofetada a Klaus, amenaza a él y a sus hermanas
con un filosísimo cuchillo y [SPOILER ALERT] llega incluso a asesinar con tal
de lograr su cometido.
Uno de los puntos más fuertes de
los libros es, por lejos, el distintivo estilo del autor: el uso inteligente de
algunos recursos (como dedicar una página y media a repetir la palabra “jamás”
en la frase “jamás debemos tocar los aparatos eléctricos”), las constantes (y
generalmente rebuscadas) definiciones a palabras inusuales juegan con la obsesión
que tienen la mayoría de los adultos con subestimar las capacidades de los
niños. Con un humor distintivo y muy sagaz, Snicket logra aligerar situaciones
tristes, reprobables o escandalosas y hasta transformarlas en momentos absurdos
o dignos de risa. La promesa de una serie de trece libros donde casi nada le
sale bien a tres niños buenos e inteligentes ciertamente ayuda a enganchar al
lector curioso; si sos uno de ellos, te aseguramos que hay muchos misterios y
sorpresas por delante que difícilmente puedan decepcionarte.
A casi veinte años de la
publicación de “Una serie de catastróficas desdichas” en inglés, es un logro
inmenso que finalmente Penguin Random House esté traduciéndolos. Haciendo uso de un humor
muy agudo y de una crítica social muy cuidada, Lemony Snicket logra establecer
un fuerte punto de partida a una serie de trece libros que promete mejorar más
y más con cada entrega. Son destacables además las ilustraciones de Brett
Helquist, que no sólo embellecen las portadas de los libros sino que también se
destacan al principio de cada capítulo y en algunas páginas extra. La elegancia
y el detalle cuidado en ellas ayudan a la ambientación y definitivamente es un
acierto que Penguin Random House las haya mantenido en esta edición. Es ciertamente
destacable la calidad de la traducción, ya que los libros originales están
repletos de chistes idiomáticos que son muy difíciles de mantener.
Si te quedaste con ganas demás,
te recordamos que está disponible en Netflix “Una serie de eventos
desafortunados”, una increíblemente fiel e interesante adaptación de los libros
con Neil Patrick Harris encarnando al Conde Olaf. Además de los primeros dos
libros, la primera temporada adapta también los dos libros que siguen a la
saga, que aún no fueron publicadas por Penguin Random House…
¡así que ojo si no querés spoilers!
Tomás Rodriguez
¡Cómo me alegra ver que cada vez más personas se animan a reseñar esta saga!
ResponderEliminarYo hasta ahora voy por el libro 12, y créeme si te digo que tengo CERO ganas de terminarla; me he encariñado tanto con los Baudelaire que siento un vacío cada vez que recuerdo la primera vez que me encontré con ellos hace algunos años. Descubrí los libros gracias a que la película la veía una y otra vez cuando era pequeño, y me sorprendió mucho el hecho de que se hubiesen traducido apenas unos pocos libros al español y además de eso hacía tantos años que ya no era probable que los retomaran (Claro, no hasta la maravillosa adaptación de Netflix), así que tuve que conseguirlos en inglés también.Tampoco habían muchas reseñas de ellos en blogs, así que me da mucho gusto saber que más y más gente va a poder disfrutarla de ahora en adelante.
Saludos, y de verdad, qué gustazo poder leer la opinión de otro fan :3.
¡Hola Tomás! Me encantó tu reseña ♥♥♥
ResponderEliminarYo he visto la serie y, al ver tu opinión sobre los libros, veo que está muy bien, que se asemejan lo suficiente como para tener ganas de leerlos. Me alegro muchísimo que PRH esté sacando los libros en el español, que está de lujo poder ver la serie y leer los libros también, ¿no?
Espero tengas la oportunidad de leer los siguientes cuando salgan, así nos cuentas que tal
Un beso