jueves, 8 de marzo de 2018

Reseña: El Ventanal / El aserradero lúgubre

Autor: Lemony Snicket

Editorial: Penguin Random House



Querido lector, Siento decirte que este libro es extremadamente desagradable: cuenta la historia de tres niños con muy mala suerte. Los hermanos Baudelaire son un imán para los desastres. Para empezar, sobreviven a un incendio terrible, se enfrentan a un ser malvado, codicioso y repulsivo, desmontan un complot para despojarlos de su fortuna ¡y se ven forzados a llevar ropa que pica! Yo tengo la triste obligación de poner por escrito estos trágicos acontecimientos, porque soy el autor. Pero a ti nada te impide cerrar inmediatamente este libro y leer algo más alegre, si eso es lo que prefieres. Con todo mi respeto, Lemony Snicket


Gracias Penguin Random House por el ejemplar.




“Es mucho, mucho peor recibir malas noticias por escrito que por medio de alguien que tan solo te lo dice, y estoy seguro de que entiendes por qué. Cuando alguien simplemente te dice las malas noticias, lo escuchas una vez, y eso es todo. Pero cuando las malas noticias están escritas, ya sea en una carta, en un periódico o en tu brazo escrito con marcador de punta fina, cada vez que lo lees se siente como si estuvieras recibiendo las malas noticias una y otra vez.”


Te recomiendo, querido lector, que hagas caso a la cita anterior y escapes de los libros que reseñamos hoy mientras puedas, porque una vez que los hayas leído inevitablemente volverás a leerlos, y volverás a llorar, y volverás a preguntarte por qué no decidiste leer algo más feliz en su lugar.
“El ventanal” es el tercero de los trece libros que conforman “Una serie de eventos desafortunados”. Este libro es un buen filtro para los lectores de la saga, quienes deberán estar dispuestos a [SPOILER ALERT] atravesar una vez más el mismo ciclo argumental de los dos ejemplares anteriores, es decir: los Baudelaire se mudan a un nuevo hogar, el Conde Olaf aparece con un mal disfraz y un nuevo plan para secuestrarlos y quedarse con su fortuna, los niños lo descubren y logran escapar haciendo uso de sus habilidades particulares ya que ningún adulto cree en lo que dicen, y Olaf y sus secuaces logran escapar otra vez. Sin embargo, atención, que falta poco para que este ciclo reiterativo se termine y la trama se complejice muchísimo más. ¡Paciencia!
A destacar: el escenario donde transcurre “El ventanal”, el Lago Lacrimógeno, es sumamente interesante, tanto por el lago en sí como la casa de Tía Josephine, el restaurante y los demás negocios del pueblo. En cuanto a los personajes, Tía Josephine y su manía con la sintaxis y la gramática la vuelven sumamente entrañable y original, aunque se vuelva algo densa por momentos (especialmente hacia los últimos capítulos). Su final es sumamente trágico, y es importante destacar que es la primera vez que un personaje muere enfrente de los Baudelaire. El señor Poe sigue tan estúpido y despistado como siempre, y Olaf y sus secuaces son cada vez más despiadados, así que no digan que no fueron advertidos.
No hay mucho más que decir, excepto que como con los dos tomos anteriores, la lectura es rápida y dinámica y sobre todo muy divertida. El humor que maneja Lemony Snicket es tan exquisito como siempre, y su uso de metáforas y juegos lingüísticos es de lo más interesante, lo que sumado a su estilo de narración único hace que leer una y otra vez el mismo esquema sea tolerable y hasta incluso entretenido.
Pasemos ahora al cuarto libro, “El aserradero lúgubre”: a pesar de que parece ser el más inconsistente y excesivamente fantasioso de la serie hasta el momento, es realmente encantador ver el desarrollo y evolución de los hermanos Baudelaire en este punto. Otra cosa que me gusta es cómo un lector más adulto y experimentado puede leer entre líneas y ver tantas cosas que tienden a escapar al ojo de un niño; Sir, por ejemplo, es la perfecta personificación del capitalismo, sin rostro ni nombre, dispuesto a hacer cualquier cosa sin importar lo inmoral que sea con tal de ganar dinero.
En cuanto a lo negativo, es importante destacar que “El aserradero lúgubre” es sin dudas el libro más caricaturesco de la serie, pudiendo resultar hasta excesivamente fantasioso en algunas cuestiones. Claro que uno de los encantos de “Una serie de eventos desafortunados” es crear situaciones improbables en un mundo bastante realista, pero cosas como un duelo entre una mujer adulta con una espada y una bebé que usa sus dientes como arma resultan cuanto menos inverosímiles. Al mismo tiempo, estos elementos ridículos le proveen cierto encanto y terminan siendo parte de la diversión de la trama, la cual es fundamental para no deprimirse con todas las desgracias que atraviesan estos tres hermanos.
Por último, si como decíamos antes ya te aburre lo repetitivos que resultan estos libros en cuanto a su estructura, nos alegra (¿o entristece?) anunciarte que este es el último libro donde pasa esto. A partir del siguiente tomo (“Una academia muy austera”), los Baudelaire conocerán a otros niños, interactuarán con muchos más personajes además del tutor de turno y Olaf y sus secuaces y descubrirán muchas cosas más acerca de la muerte de sus padres y de las circunstancias que los rodean… ¡pero eso lo hablaremos en la próxima reseña!
No se olviden que la primera temporada de la increíble adaptación de “Una serie de eventos desafortunados” está disponible en Netflix, la cual cubre los primeros cuatro libros (es decir, hasta acá). La segunda temporada se estrena el viernes 30 de marzo de este año y cubrirá los cinco libros que siguen, al tiempo que se finalizan en estos días las grabaciones de la tercera temporada que adapta los últimos cuatro libros de la saga.



Tomás Rodriguez 

martes, 1 de agosto de 2017

Reseña: "Un mal principio" y "La habitación de los reptiles"

Autor: Lemony Snicket

Editorial: Penguin Random House



Querido lector, Siento decirte que este libro es extremadamente desagradable: cuenta la historia de tres niños con muy mala suerte. Los hermanos Baudelaire son un imán para los desastres. Para empezar, sobreviven a un incendio terrible, se enfrentan a un ser malvado, codicioso y repulsivo, desmontan un complot para despojarlos de su fortuna ¡y se ven forzados a llevar ropa que pica! Yo tengo la triste obligación de poner por escrito estos trágicos acontecimientos, porque soy el autor. Pero a ti nada te impide cerrar inmediatamente este libro y leer algo más alegre, si eso es lo que prefieres. Con todo mi respeto, Lemony Snicket


Gracias Penguin Random House por el ejemplar.



"Si están interesados en historias con un final feliz, será mejor que lean otro libro. En éste, no sólo no hay un final feliz, sino que tampoco hay un principio feliz y muy pocos sucesos felices en medio.”


Creo pertinente comenzar esta reseña asegurándoles que, habiendo leído no sólo “Un mal principio” y “La habitación de los reptiles” sino que también los otro once libros que les siguen y que aún no han sido publicados en español, esta frase con la que Lemony Snicket comienza a escribir “Una serie de catastróficas desdichas” es completamente cierta. También es cierto que a pesar del tono oscuro y bastante desesperanzador de los libros, el lenguaje cómico con el que están escritos y el aprovechamiento de situaciones y elementos absurdos (a la vez que inteligentes) hacen que ésta sea una saga imprescindible para los fanáticos de la literatura juvenil.
En el primer tomo se nos presenta a los tres hermanos Baudelaire y al Conde Olaf, un siniestro hombre que será su primer tutor legal tras la muerte de sus padres en un trágico incendio. Los niños pronto descubren que lo único que le interesa a Olaf es la gran fortuna que dejaron sus padres, y que está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de lograrlo. Por fortuna, los tres hermanos son sumamente inteligentes y habilidosos, y a pesar de que los demás adultos resultan totalmente inútiles,  logran desenmascarar las verdaderas intenciones de su tutor. Lamentablemente, sus peripecias no hacen más que empezar...
                Creyendo haber dejado al Conde Olaf en el pasado, el segundo libro comienza con los Baudelaire camino a casa de su nuevo tutor, el famoso herpetólogo Montgomery Montgomery (o como él insiste que lo llamen, tío Monty). A pesar de parecer bastante excéntrico y descuidado al principio, los niños descubren que él realmente se preocupa por su bienestar y se acostumbran rápidamente a su nueva vida rodeado de reptiles. La felicidad durará poco, porque el nuevo asistente del tío Monty, un tal Stephano, resulta sospechosamente familiar: los Baudelaire pronto descubrirán que se trata del Conde Olaf, y que no tiene nada bueno entre manos. Por segunda vez, sólo ellos podrán demostrar el peligro que corren y detenerlo antes de que sea demasiado tarde para ellos… o para tío Monty.
Una de las cosas más interesantes de los libros de “Una serie de catastróficas desdichas” es el buen manejo y la construcción de los personajes. A diferencia de sagas juveniles similares. Los hermanos Baudelaire tienen un protagonismo equilibrado; no hay un personaje que predomine y otros que lo complementen, sino que todos tienen su misma cuota de importancia. Violet, la mayor de los Baudelaire, es la más interesante por cómo se la plantea siendo mujer. Desde el comienzo de la historia se remarca que la mayor de sus cualidades es su inteligencia, en contraposición a tantas otras mujeres en sagas similares que se lucen tan sólo por su belleza física. Klaus, por su parte, representa lo intelectual: habiendo leído una cantidad sorprendente de libros para sus escasos doce años, son pocas las cosas que el segundo hermano Baudelaire desconozca, y aún en ese caso, bastará con que devore algún libro para conseguir la información necesaria para sacarlos de apuros. Por último tenemos a Sunny, que a pesar de ser una bebé es el componente físico la mayoría de las veces. Su reducido tamaño y sus afilados dientes la ayudan a hacer cosas que sus hermanos mayores no pueden. Su incapacidad de hablar comprensiblemente proporciona algunos de los mejores momentos en los libros, en donde el narrador repone lo que la pequeña probablemente quiso decir.
Las figuras de los adultos, especialmente del señor Poe, son las más destacables al momento de analizar la lectura. Su inutilidad y su incapacidad de ver lo que está pasando generan frustración en el lector, que es justamente lo que el autor pretende: Poe no es ni más ni menos que cualquier adulto que desestima lo que los niños tengan para decir por el simple hecho de ser niños. Por otro lado están personajes como Justicia Strauss o tío Monty, ambos encantadores y bien intencionados pero que al momento de ayudar activamente a los niños también se ven sumamente limitados. El Conde Olaf, por su parte, se construye como un personaje sombrío, cruel y despiadado, pero al mismo tiempo caricaturizado para sacar provecho del humor satírico que caracteriza a la saga. A pesar de resultar gracioso la mayoría de las veces, no son pocos los momentos oscuros que protagoniza: el malvado villano le propina una feroz bofetada a Klaus, amenaza a él y a sus hermanas con un filosísimo cuchillo y [SPOILER ALERT] llega incluso a asesinar con tal de lograr su cometido.
Uno de los puntos más fuertes de los libros es, por lejos, el distintivo estilo del autor: el uso inteligente de algunos recursos (como dedicar una página y media a repetir la palabra “jamás” en la frase “jamás debemos tocar los aparatos eléctricos”), las constantes (y generalmente rebuscadas) definiciones a palabras inusuales juegan con la obsesión que tienen la mayoría de los adultos con subestimar las capacidades de los niños. Con un humor distintivo y muy sagaz, Snicket logra aligerar situaciones tristes, reprobables o escandalosas y hasta transformarlas en momentos absurdos o dignos de risa. La promesa de una serie de trece libros donde casi nada le sale bien a tres niños buenos e inteligentes ciertamente ayuda a enganchar al lector curioso; si sos uno de ellos, te aseguramos que hay muchos misterios y sorpresas por delante que difícilmente puedan decepcionarte.
A casi veinte años de la publicación de “Una serie de catastróficas desdichas” en inglés, es un logro inmenso que finalmente Penguin Random House esté traduciéndolos. Haciendo uso de un humor muy agudo y de una crítica social muy cuidada, Lemony Snicket logra establecer un fuerte punto de partida a una serie de trece libros que promete mejorar más y más con cada entrega. Son destacables además las ilustraciones de Brett Helquist, que no sólo embellecen las portadas de los libros sino que también se destacan al principio de cada capítulo y en algunas páginas extra. La elegancia y el detalle cuidado en ellas ayudan a la ambientación y definitivamente es un acierto que Penguin Random House las haya mantenido en esta edición. Es ciertamente destacable la calidad de la traducción, ya que los libros originales están repletos de chistes idiomáticos que son muy difíciles de mantener.
Si te quedaste con ganas demás, te recordamos que está disponible en Netflix “Una serie de eventos desafortunados”, una increíblemente fiel e interesante adaptación de los libros con Neil Patrick Harris encarnando al Conde Olaf. Además de los primeros dos libros, la primera temporada adapta también los dos libros que siguen a la saga, que aún no fueron publicadas por Penguin Random House  ¡así que ojo si no querés spoilers! 







Tomás Rodriguez 

sábado, 3 de diciembre de 2016

La Criticable Crónica de "Una serie de eventos desafortunados"




Estimado lector:

Es mi deber informarte que la reseña que estás  a punto de leer hace referencia a sucesos trágicos, violentos y poco apropiados para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. La vida de los hermanos Baudelaire es cualquier cosa menos feliz, y tampoco lo son los libros que relatan sus infortunios. En vez de leer esto, te recomiendo elegir alguna reseña sobre una historia más insulsa y alegre, que seguramente encontrarás en este blog. Si, en cambio, no tenés nada que perder y simplemente querés arruinar tu día, te insto a seguir leyendo. Para evitarte angustias posteriores, te advertimos que esta reseña contiene algunos spoilers menores.
“Una serie de eventos desafortunados” (“A series of unfortunate events” en la edición original en inglés o “Una serie de catastróficas desdichas” en la edición en español) es una saga compuesta por trece libros escrita por Lemony Snicket. Este misterioso autor (quien también es personaje) sigue los pasos de Violet, Klaus y Sunny Baudelaire, cuyas desgracias comienzan cuando sus padres mueren en el trágico incendio que destruye su mansión. Como consecuencia, son enviados a vivir con el Conde Olaf, un actor ruin que sólo busca conseguir la inmensa fortuna de los niños a como dé lugar. Los Baudelaire se verán obligados a escapar del despiadado villano, quien asesinará, robará y engañará a quien se cruce en su camino sin pensarlo dos veces.
Apesar de apuntar a un público infantil, esta saga literaria abarca temas complejos y difíciles de tratar como la pedofilia, la voracidad del capitalismo, la homosexualidad, las falencias del Estado y la Justicia, la explotación infantil, la muerte, el genocidio, la guerra, entre muchos otros. Las capas y capas de subtexto y significación que se esconden detrás de cada pequeño volumen son incontables, y han dado pie a que numerosas comunidades virtuales se armen (de las cuales hoy sólo sobrevivió 667 Dark Avenue) para teorizar, discutir y desarmar las complejas tramas que se esconden detrás de simples oraciones o palabras.
A pesar de no haber tenido gran reconocimiento a nivel mundial (en los países de habla hispana no se ha terminado de traducir nunca, y hoy en día es casi imposible encontrar los libros que sí fueron editados; recién ahora están volviendo a ser editados por la editorial Me gusta leer Argentina), esta saga posmodernista propone situaciones de dudosa moral, haciendo que adultos y niños se replanteen su posición respecto al bien y el mal. Los primeros tres libros pueden aburrir un poco, ya que en superficie siguen la misma estructura: los Baudelaire se mudan con un nuevo tutor, Olaf aparece usando un disfraz absurdo y fácilmente reconocible con un nuevo plan para robar su fortuna, ningún adulto les cree, los niños deben usar sus habilidades particulares para desenmascararlo y el villano huye para reaparecer la próxima vez. Sin embargo, no hay que dejarse engañar por lo que parece ser una trama repetida: cada libro profundiza un poco más (a veces de maneras tan sutiles que cuesta notarlo) la complejidad de la historia, incluyendo múltiples personajes, sociedades secretas, trasfondos y expedientes misteriosos. En el octavo libro, la tortilla se da vuelta cuando los Baudelaire son acusados de asesinar a Olaf: ahora son ellos quienes deben escapar de la ley bajo diferentes disfraces mientras el despiadado conde (que obviamente no está muerto) los sigue cada vez más de cerca. Los últimos dos libros realmente cambian el paradigma de la saga y dejan a los lectores llenos de angustia y sorpresa. Es nuestro deber advertirte que si te gustan los libros que responden todas las incógnitas y que tienen un final feliz, entonces “Una serie de catastróficas desdichas” no es para vos.

Actualmente, la saga de libros se extendió con una precuela de cuatro libros (“All the wrong questions”, traducida en Latinoamérica como “Todas las preguntas equivocadas”) que sigue la infancia y formación de Lemony Snicket, además de varios libros relacionados que desvelan (o enredan más aún) algunas preguntas, como “Lemony Snicket: una autobiografía no autorizada” o “Cartas a Beatrice”.

Todas las novelas cuentan con una versión audiobook, así como una película muy polémica y poco fiel a los libros en su haber, protagonizada por Jim Carrey y Meryl Streep. La misma hace un extraño sándwich de los tres primeros libros con elementos sueltos de los otros diez y algunas cosas inventadas para la película. Por desgracia, el viernes 13 de enero de 2017 Netflix lanzó la primera temporada de la serie basada en los libros, supervisada por el mismo autor de los libros, mientras que la segunda está siendo grabada y será publicada en 2018, con la tercera ya confirmada… pero eso, querido lector, amerita otro artículo.


Tomás Rodriguez.

martes, 1 de julio de 2014

Teaser Tuesdays: Y por eso rompimos.

Teaser Tuesdays es un meme creado por Should Be Reading y consiste en:
1- Agarrar el libro que estás leyendo
2- Abrirlo en una página cualquiera al azar 
3- Compartir dos oraciones de esa página 
4- ¡Tener cuidado de no incluir spoilers! 
5- Compartir el título del libro y el autor, así otros lectores pueden agregarlo a su lista de espera si les han gustado tus frases





"-Somos diferentes, Ed.

-Eso es lo que no dejo de decirte. Y tampoco dejo de decirte que me gusta"

Y por eso rompimos.

Daniel Handler

Un libro raro, sin lugar a dudas, pero excelente que nos cuenta la historia del porqué la chica rara, inteligente y algo bohemia, y el chicos atlético súper popular rompen.
La verdad es que me viene gustando bastante, por mas de que a veces no soporto a la protagonista, tiene su encanto. Se los recomiendo!





¿Ustedes qué andan leyendo?
¿Se animan a compartir algunas frases?

Si quieren leer la reseña de este maravilloso libro lo pueden hacer en la nueva edición de Huellas de Tintahttp://issuu.com/llavedetinta/docs/huellas_junio?e=2834913%2F8449215

viernes, 9 de mayo de 2014

Reseña: Y por eso rompimos.

~Sobre el libro~


Autor: Daniel Handler

Editorial: Alfaguara

Paginas: 360





"Te entrego esta caja, Ed. Adentro está todo. Las tapitas de las primeras cervezas que compartimos, el boleto de cine para ver la película en la que nos dimos nuestro primer beso, aquella nota tuya que tanto significó para mí, una caja de cerillos ahora vacía... Te devuelvo la caja y todos los recuerdos que contiene, Ed. Aquí la tienes. Toda nuestra historia. Toda la historia de por qué rompimos."






La relación entre Min Green y Ed Slaterton terminó casi antes de realmente empezar, y eso lo sabemos ni bien abrimos el libro. En forma de carta y una caja con todo lo que compartieron durante su breve noviazgo, Min cierra para siempre una puerta que tal vez jamás debería haber abierto. Adentro de la caja están las razones por las cuales rompieron en forma de objetos y de historias: cada uno de estos souvenirs de los que Min se desprende cuenta una historia de felicidad o de tristeza, de esperanza o de desilusión, de una primera vez o de una última.
En las páginas iniciales, la historia puede dar la impresión de ser demasiado pretenciosa para lo que realmente es: Min es un narrador en primera persona que para algunos llega a ser insoportable, exagerado y hasta poco sincero; Ed por otra parte puede parecer estereotípico, cliché, insulso y poco desarrollado, mientras que Al (el mejor amigo de Min) un simple personaje de relleno innecesario y ausente. Bueno, no sé si alguna vez se dieron cuenta, pero las primeras impresiones a menudo suelen ser completamente erróneas, y ésta no es la excepción. Cada uno de los personajes se desarrolla en la medida y la forma justa: Min es la detestable, la amante del cine, la chica especial, la que no es como las otras, la que es única en su serie, la incomprendida... y al final entendemos que es Min, una adolescente como tantas más,  que quiere con desesperación ser algo pero que cree que no es nada. Lo mismo pasa con Ed, tan seguro de todo, tan confiado, natural y auténtico, que no es hasta que nos damos cuenta de que estamos leyendo la historia a través de los ojos de Min que entendemos que ya caímos de lleno en la trampa y nos vendieron gato por liebre. Hacia la mitad de la historia Al resurge desde su lugar y nos demuestra por qué siempre se mantuvo entre las sombras, siendo una pieza clave de la trama.
Daniel Handler logra explorar y desarrollar a lo largo de 350 páginas (las cuales están salpicadas por los coloridos dibujos de su esposa, Maira Kalman) la naturaleza del primer amor, ese amor idealizado y casi mágico que cuando termina deja un agujero negro que parece absorberlo todo y durar toda la vida. Usando un lenguaje poco usual para las historias románticas juveniles (no faltan las "malas palabras" ni las referencias sexuales), el autor hila una historia original y poco vista sobre una problemática que prácticamente todas las personas atravesaron en su juventud. Aquel que haya tenido la fortuna (mala o buena, según cómo se lo vea) de leer aunque sea un poco de la saga "Una serie de eventos desafortunados", distinguirá casi de inmediato el inconfundible estilo de Lemony Snicket; ese humor ácido, original y que casi roza lo absurdo, el cual caracteriza a quien es nada menos que el alter-ego de Handler, se puede palpar ya desde la peculiar celebración de los "Amargos dieciséis" de Al en donde Min y Ed se conocen, una irónica contraposición a los "Sweet sixteen" estadounidenses.
En unas pocas páginas el lector conoce (o cree conocer) a Min, la loser con alma de estrella que nunca falta en las historias de escuelas secundarias, y a Ed, el ídolo del equipo de fútbol escolar con sus amigotes y porristas, los cuales tienen mucho atributo físico y poco cerebro. Casi contra voluntad de Min, casi por accidente de Ed, el amor surge y la turbulenta relación destinada al fracaso comienza. Handler describe con frescura cada uno de los dolorosos recuerdos de esta pareja rota, marcada por hechos como la emocionante persecución a una estrella de cine, la conexión entre dos mundos casi paralelos y sueños y planes meticulosamente pensados que nunca jamás han de concretarse. 
La novela que parecía previsible y plana en un principio termina enganchando al lector con una combinación perfecta de elementos gráficos y literarios y dándole más de una sorpresa. Al final, la Min que a lo largo de la novela uno seguramente se haya estado imaginando como una artista en ciernes, una persona culta e interesante, de belleza discreta e incomprendida esperando a ser descubierta (hasta como una suerte de Rachel Berry de Glee, Hermione Granger de Harry Potter o Bella Swan de Crepúsculo), se revela como todo lo contrario. En unas cuantas páginas que harán sentir identificado a todo aquel que alguna vez haya tenido la autoestima por los pisos, Min describe su vida interior como pobre, o incluso inexistente: no es la chica bohemia que todos dicen que es, ella no pinta, no canta, no actúa ni escribe. Habla mal de todo el mundo, no sale casi nunca, suda por todos lados, tiene notas bastante normalitas, mal aliento y además es bastante torpe. Se describe físicamente como gorda, con ojos de tonta, boca fea, cabello desastroso y ropa ridícula; la Min especial, particular e interesante que creíamos conocer se desarma a último momento a causa del dolor, cuando la verdadera razón de por qué rompieron sale a la luz y el castillo de naipes construido durante toda la novela se cae de un soplido. Con un final que le hará aflorar las lágrimas a más de uno, "Y por eso rompimos" cierra una historia que cumple con todas las expectativas y hasta las supera, destacándose respecto a otros libros juveniles de temática similar. Sorprende que un escritor tan destacable no haya tenido en los países de habla hispana la misma repercusión que en Estados Unidos, su país de origen, hasta el punto tal que es muy difícil encontrar ediciones de este o cualquier otro título de Handler/Snicket en librerías, incluso cuando esta novela fue lanzada en argentina por Alfaguara en abril de 2013.


Tom.

~Sobre el autor~




Daniel Handler  es un escritor estadounidense. Autor de novelas para adultos, guiones de películas y narraciones infantiles, y se dedica también a la interpretación del acordeón. En algunas obras utiliza como seudónimo Lemony Snicket, que es también el nombre de uno de los personajes en dichas obras.





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