lunes, 5 de septiembre de 2016

Reseña: Ceremonia secreta.

Autor: Marco Denevi

Editorial: Sudamericana

Paginas: 78

La señorita Leonides se movió sobre su asiento del tranvía, tosió y se volvió hacia la persona ubicada a su lado. La muchachita la miraba, fijamente, como a la espera de que sucediera algo. La señorita Leonides apartó la vista. Se sintió amenazada. Aquella joven había comenzado a envolverla, a comprometerla, le trasvasaba una carga, un peligro. Hasta la coincidencia de estar vestidas de luto creaba entre ambas un misterioso vínculo que las separaba de los demás y las colocaba juntas y aparte. Pero nadie es llamado gratuitamente por el destino. La señorita Leonides todavía no lo sabía pero en ese momento comenzaba a formar parte de una ceremonia secreta.


Leonides Arrufat lleva una vida monótona y desdichada. Recorriendo las calles en su luto eterno,  inmersa en un mundo del cual no encuentra escapatoria más que una muerte que – espera – llegue pronto, se verá inesperadamente arrastrada a una realidad que se aleja mucho de la propia cuando, en un tranvía que se ha vuelto rutinario, se encuentra con la mirada penetrante de una joven que no se muestra dispuesta a dejarla marchar.
Lejos de dejarse intimidar por este suceso, nuestra protagonista encuentra un cierto consuelo en la nueva vida que el destino parece haberle propuesto. Una suerte de ceremonia secreta, en donde primero como observadora y después como protagonista, se le ha encomendado una tarea que desconoce. Al principio con temor, pero guiada por un dejo de curiosidad, se dejará llevar por la joven hasta el edificio ubicado en Suipacha 78, un lugar cuya historia es mucho más compleja de lo que parece.
Esta nouvelle, escrita por Marco Denevi en 1960 y ganadora del primer premio de la revista Life para narradores latinoamericanos, entraña un recorrido espiralado que nos transporta por los rincones más oscuros de una historia familiar que, en un principio, nos es completamente desconocida. Hilvanada con algunas características propias del relato policial – al igual que su predecesora, Rosaura a las diez – pero con un dejo a cuento de hadas corrupto sobre el cual mucho se ha escrito, la prosa de Denevi se identifica por ser fluida, a la vez que utiliza un vocabulario que lamentablemente puede terminar siendo intrincado para el lector. Este es un aspecto que considero sumamente interesante, ya que a la sencillez de la narración – y a la intriga que nos genera el conocer la historia que se esconde detrás de los acontecimientos – se le suma una terminología en la que abundan tanto palabras en idiomas diferentes como otras cuyo significado nos puede resultar dudoso.
Pero lejos de representar un obstáculo para su lectura, el uso de esta forma de contar se convierte en una característica fundamental de un narrador testigo que no se contenta con mantenerse ajeno a los acontecimientos, sino que en reiteradas oportunidades utiliza los paréntesis para dirigirse directamente al lector. Si a esto le sumamos el uso de formas de narrar diferentes – encontramos que una parte de la novela se asemeja extrañamente a un guión teatral – el resultado es un narrador que interviene, que aporta al a trama, y que nos lleva por la historia con marcada maestría. Cabe destacar el uso de acertadas metáforas e imágenes varias que ayudan a la comprensión y profundización de aquello que se nos cuenta.
Los personajes, específicamente Leonides y Cecilia, son merecedores de una mención aparte. Considero que están construidos de manera maravillosa, tanto por su  parte física – las descripciones que se hace de ambas son sumamente exactas – como psicológica, en donde es posible observar una profundidad extraordinaria. La psiquis de ambas se nos muestra clara, y nos es fácil notar que cada una actúa de manera correspondiente a como nos ha sido retratada. La característica fundamental de ambas es la ambigüedad – en Cecilia, representada por la locura y la imposibilidad de saber qué planea realmente y, en Leónides, por su capacidad de adaptarse a la situación y entrar en un cierto proceso de metamorfosis a partir del cual adopta la postura de personas diferentes -, una ambigüedad magnífica que le da a la narración un toque único.
Los ambientes representados constituyen otro aspecto que enriquece el relatar, en parte en razón de su nivel de detalle y su forma de caracterización. Con algunos tintes góticos, es interesante observar la manera en que estos lugares se complementan a la perfección con los estados de ánimo y las situaciones que deben pasar nuestros personajes. Dicho aspecto sale a la luz cuando notamos que, en un principio, la casona de Suipacha se encuentra en un claro estado de abandono – el abandono que siente Cecilia sobre su persona – mientras que las cosas son descriptas con otra luz conforme Leonides empieza a convivir con la muchacha.
Otro aspecto que resaltar es la presencia de saberes insólitos o elementos ocultistas. Esto se observa desde un principio con el recorrido que hace Leonides llevando diferentes flores y hierbas a diferentes puntos – finalizando con la ortiga en casa de Natividad González – y se acentúa con la afirmación de que Jan Engelhard, padre de Cecilia, presentaba ciertas manías con las artes ocultas.
Me parece que un aspecto un tanto negativo podría considerarse el hecho de que el mundo evocado no se encuentra explotado a su máximo potencial. Si bien la historia procede a desenmarañarse y termina llegando a un punto cúlmine, considero que el desarrollo podría haberse explicitado de manera diferente, permitiéndonos conocer detalles que, de la manera en que nos es presentada la historia, sólo podemos imaginar.  En este sentido me viene a la mente, por ejemplo, la clarificación de la naturaleza de la relación entre Jan y Belena.
Asimismo, es una obra que requiere una lectura atenta, ya que hay muchas cosas que pueden fácilmente escaparse en la lectura rápida y otras tantas que tomarán mucho más sentido en una segunda lectura, cuando ya se conoce hacia dónde se dirige la historia.
En resumidas cuentas,  considero que Ceremonia secreta es una historia altamente recomendable y que muchos lectores serán capaces de disfrutar, debido a su cualidad de resultar atrapante y compleja, simple e intrincada. Una nouvelle con la capacidad de dejar a cualquiera con ganas de más, pero que permite – y me atrevería a decir que llama a – la relectura, Ceremonia secreta es una historia corta con la capacidad de resultar encantadora para cualquiera.


2 comentarios :

  1. Hola! No conocía este libro pero la verdad es que por su argumento ya veo que no es de mi estilo así que lo dejaré pasar. Muchas gracias por la reseña.

    Un saludo!

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  2. Creo que se cae al final, cuando se involucra al médico. Es notable que Denevi, desde su género masculino, desconocía (y no se ocupó en investigar), sobre la fisiología y anatomía femenina. Una pena, ese detalle, que no es menor hace que la obra presente un hueco en lo que debía ser el clímax.

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