martes, 26 de enero de 2016

Reseña: El Marciano.

Autor: Andy Weir


Editorial: Ediciones B


Paginas: 416

Seis días atrás el astronauta Mark Watney se convirtió en uno de los primeros hombres en caminar por la superficie de Marte. Ahora está seguro de que será el primer hombre en morir allí. La tripulación de la nave en que viajaba se ve obligada a evacuar el planeta a causa de una tormenta de polvo, dejando atrás a Mark tras darlo por muerto. Pero él está vivo, y atrapado a millones de kilómetros de cualquier ser humano, sin posibilidad de enviar señales a la Tierra. De todos modos, si lograra establecer conexión, moriría mucho antes de que el rescate llegara.
Sin embargo, Mark no se da por vencido; armado con su ingenio, sus habilidades y sus conocimientos sobre botánica, se enfrentará a obstáculos aparentemente insuperables.
Por suerte, el sentido del humor resultará ser su mayor fuente de fuerza. Obstinado en seguir con vida, incubará un plan absolutamente demencial para ponerse en contacto con la NASA.
Con un final sorprendente, El marciano es una novela brillantemente construida, un delirio ingenioso, con una mecánica del suspense que sorprenderá al lector una y otra vez y le hará perderse en el cosmos de la naturaleza humana y la lucha por la supervivencia.





Gracias Ediciones B por el ejemplar.


El recientemente fallecido David Bowie sé preguntó en varias ocasiones si había vida en Marte. Claro que no se encontraba al tanto de la situación de Mark Watney, ¿O sí?
Mark Watney puede ser considerado uno de los hombres más afortunados del mundo. Quiero decir, ¿Quién no soñó alguna vez con ser astronauta y poder visitar otros mundos? Así que, cuando se convierte en una de las primeras personas en poner un pie en Marte, lo que menos va a pensar es que, seis días después, será también la primera persona en morir allí.
Y es que Mark no se caracteriza por su buena suerte, y en esta ocasión el destino lo pone en el camino de una antena que vuela descontrolada a causa de una tormenta de arena. Prácticamente inconsciente, con una fuga en su traje, y los sistemas que monitorean sus signos vitales destrozados, su equipo lo da por muerto. No tiene forma de comunicarse ni alimento suficiente para sobrevivir hasta la próxima expedición, que será, en principio, dentro de mil soles. ”I’m fucked up”, escribe Watney en su diario. Y cuánta razón tiene.
Afortunadamente, Mark cuenta con un arma secreta, una de la cual nosotros, simples mortales, generalmente carecemos. Hablo, por supuesto, de avanzadísimos conocimientos en botánica, física, química, y cuanta otra ciencia podamos concebir.
La novela tiene muchísimos puntos fuertes que la hacen sumamente entretenida, pero, en ciertos momentos, esas mismas características se le vuelven en contra, haciendo que bajemos el libro por al menos unos segundos, o volvamos sobre nuestros pasas para saber qué nos perdimos en el camino.
La ciencia ficción es un género complicado, en el que muy pocos han logrado triunfar. Como en la fantasía, se necesita una gran cantidad de detalles para que el lector pueda abandonar el mundo real e inmiscuirse en algo totalmente nuevo. Pero en el mundo fantástico, y si no pregúntenle a George Martin, una gran cantidad de detalles no termina resultando contraproducente.

Siento que, por el contrario, en la ciencia ficción las cosas pueden volverse un tanto confusas, por sobre todo debido al nivel terminológico al que se debe llegar. Esto es lo que ocurre con The Martian en varios puntos de la novela (sobre todo al principio). En un intento de fortalecer los cimientos sobre los que se erguirá la personalidad del protagonista, Weir nos embiste con una gran cantidad de información, de nombres y de cálculos que pueden ser un poco abrumadores.
Sin embargo, creo que este pequeño obstáculo es, en la mayor parte de los casos, sorteado gracias a la personalidad del protagonista, que, a pesar de los mil y un contratiempos que debe atravesar, tiene una forma de ser alegre, haciendo chistes hasta en la peor de las situaciones. Sí, a veces es un sabelotodo insufrible, tan optimista que dan ganas de golpearlo, pero luego se pone a hablar de música disco y todo está bien.
En cuanto a la estructura narrativa, tenemos dos espacios claramente diferenciados:
Por un lado, las entradas en el diario de Mark Watney, en el que nos relata lo que va ocurriendo día tras día, lo que piensa, lo que hace, a lo que se enfrenta. La escritura, en donde se plasma la personalidad del astronauta, es también donde realmente se ve la capacidad de escritura de Andy Weir, ya que, como se imaginarán, Marte no es más que un páramo desierto, y hace falta algo más que un páramo para hacernos desear saber qué viene después.
De todos modos, hay que admitir que, en cierto momento, las escenas en Marte se vuelven un tanto monótonas. Básicamente se reducen a “problema – idea – solución”, con una gran cantidad de jerga científica en el medio, seguida de un par de bromas para aligerar la lectura.
Es por esto que, a medida que avanza el libro, se va haciendo más importante el explicar qué sucede en la Tierra. Amé a las personas que se pasean por la NASA, la forma en la que se van dando cuenta de lo que realmente sucede, las presiones a las que se enfrentan, la pasión que le ponen a lo que hacen. Eventualmente, la Tierra se convertirá en algo más importante que Marte mismo, volviéndose una solución a las situaciones pseudo-repetitivas que anteriormente mencioné.
Para no ahondar en estos temas y evitar spoilers, simplemente diré que es un libro que, a pesar de sus baches, es sumamente entretenido, y se convierte en una lectura muy buena, sobre todo para el verano en curso. Si bien en estos meses uno, generalmente, trata de alejarse de todo lo que pueda ser considerado “educativo”,The Martian logra mezclar la ciencia con una historia atrapante, dejándonos nuevos conocimientos a medida que avanza la historia.

Matías

~Sobre el autor~

Andy Weir nació y se crio en California. Hijo de físico e ingeniero, a los quince años fue contratado por un laboratorio nacional, donde desde entonces ha desarrollado una amplia labor como programador informático e ingeniero de software.
Su principal fascinación es la ciencia y en concreto los temas relacionados con la física relativista, la mecánica orbital y la historia de los vuelos espaciales tripulados. El marciano es su primera novela, y en ella ya se advierte que Weir es un excelente narrador y un purista de la exactitud científica.
Vendida a más de veinte países, best seller en EE UU e Inglaterra en un éxito boca a boca sin precedentes, lo que empezó como una novela autopublicada se ha convertido en todo un best seller en EEUU e Inglaterra, en extraordinario un éxito del boca a boca. Ridley Scott, director de clásicos como Blade Runner y Alien, es el director de la película que se estreno el 1º de octubre en Argentina.

3 comentarios :

  1. ¡Hola!
    Me siento un poco rara con este libro, por un lado tengo muchas ganas de leerlo y por el otro lado no me llama nada. Ojala que al menos pueda darle una oportunidad y si no me gusta lo dejo.
    Un beso :D

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  2. Amé esta novela! Y casualmente hoy pienso ver la peli, ya que me perdí la chance de ir a la Avant Premiere cuando me invitó Ediciones B u.u

    El personaje que creó Weir es completamente humano, incluso dentro de su capacidad para resolver de todo a lo "Macgyver" jajaja, tiene momentos en los que baja la guardia y otros en los que nos revive el espíritu.

    Un beso, Male!
    R.I.P Bowie u.u

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  3. Esta novela me encantó y la película también!!!
    Me lo leí de un tirón y un poco a la desesperada, jajajaja =)
    Me gustó mucho tu reseña, es muy detallada.
    Abrazos!!!

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