¡Hola gentecita linda! Continuamos con el especial policial, y la invitada del día de hoy es Mónica Plöese, autora de El Muerto Quiere Saber de Qué se Trata. Además, podrán sumar puntos extras para el concurso que se acerca respondiendo a la pregunta que se encuentra al pié de esta entrada :)
~Conociendo a Mónica Plöese~
Mónica Plöese nació en Buenos Aires en 1962. Desde comienzos de la década del ’90 trabaja como correctora y editora de libros. Publicó Misión Posible junto a Cristina Alemany, una novela para preadolescentes, y este mes de diciembre acaba de publicar El muerto quiere saber de qué se trata, un volumen que compendia tres novelas policiales, que tienen como protagonista a Irene Adler, una investigadora dedicada a hacer perfiles criminales basados en los tipos astrológicos.
~Mónica Plöese, "Dime cómo y por qué matas y te diré quién eres"~
Siguiendo la tradición de la novela de enigma —es decir, la que propone un crimen cerrado, con muchos sospechosos y varios motivos para un crimen—, en cada una de las historias Irene es convocada para resolver misterios que parecen insolubles, incluso para las más modernas técnicas de investigación.
Sin embargo, así como todo ser humano deja la huella de su personalidad en lo que hace, Irene sabe que todo homicida también firma su obra en el modo en que mata y en por qué lo hace, aunque pretenda y logre borrar toda prueba material. Y es allí donde sus conocimientos salen a relucir.
Algo que podría resumirse en: “Dime cómo y por qué matas y te diré quién eres”.
Aquí la autora nos habla de cómo le surgió la idea del personaje y de la serie de novelas:
“Desde chica adoré leer novelas y cuentos policiales, en especial los de enigma. El primero y mi predilecto, como parece obvio, fue Sherlock Holmes, el personaje de Conan Doyle tan apegado a la lógica, con una capacidad de raciocinio y conocimientos muy poco comunes. Luego se sumaron otros: Poirot y Miss Marple (Agatha Christie), Ripley (Patricia Highsmith), Maigret (Simenon), Kinsey Millhone (Sue Grafton), Kay Skarpetta (Patricia Cornwell), Alex Cox (James Paterson), Dalgliesh (P.D. James), Nero Wolfe (J. Stout), el inspector Linley (Elizabeth George), Morse (Colin Dexter), Montalbano (Andrea Camilleri), en fin, personajes memorables que no solo me regalaron magníficas horas de lectura, sino que generaron en mí el deseo de escribirlas.
Desde luego que para ello necesitaba crear un personaje especial, diferente, que tuviera un sello propio, una característica de investigación particular, capaz de distinguirse de los demás. Algo que no se hacía sencillo: en el siglo XXI ya todo parecía estar inventado.
Y andaba con esta idea dándome vueltas en la cabeza cuando, por mi trabajo, debí editar varios libros de astrología, un tema del que no sabía nada y ante el cual solo tenía prejuicios, como casi todos tenemos. (Aunque por supuesto, como casi todos también, solía leer los horóscopos y las predicciones con avidez).
Así que a la fuerza y no con mucha alegría tuve que interiorizarme en el tema, pues mal podía corregir los libros si no sabía de qué hablaban.
Y en eso estaba cuando inesperadamente, como sucede casi todo en la vida, la antigua idea de escribir novelas policiales empezó a tomar forma…
¿Y si mi personaje utilizaba la astrología como método de investigación?
Podía ser, pero ¿de qué manera iba a resolver los misterios?
¿Como un adivino que lee el destino?
¿A través del horóscopo?
¿Con cartas natales?
No, no me convencía, el camino de la adivinación no parecía el más adecuado…
Así pasé un tiempo, pensando y descartando una a una las posibilidades, hasta que un día, leyendo La inmortalidad, de Milan Kundera, surgió la luz. El autor decía:
En el cuadrante, las manecillas dan vueltas en círculos. También el zodíaco, tal como lo dibuja un astrólogo, tiene aspecto de cuadrante. El horóscopo es un reloj. Creamos o no en los pronósticos de la astrología, el cielo natal es una metáfora de la vida que contiene una gran sabiduría.
La irrepetible irregularidad con la que se agruparon las estrellas en el cuadrante del zodíaco en el momento del nacimiento de una persona, este es el tema permanente de su vida, su definición algebraica, las huellas dactilares de su personalidad.
‘Las huellas dactilares de su personalidad’…
Sí, allí estaba la génesis de mis libros: una personalidad que deja sus huellas dactilares astrológicas en lo que hace.
A partir de ese momento, las ideas se fueron sumando una tras otra como una catarata:
El investigador sería una mujer…
¿Por qué?
Porque en cierto sentido sería la contracara de Sherlock Holmes: en vez de usar la lógica y la ciencia pura y dura como él, emplearía la observación psicológica y una seudo ciencia como la astrología;
Y se llamaría Irene Adler: la única mujer que había logrado vencer al famoso detective en la historia ‘Un escándalo en Bohemia’.
Y por supuesto también tendría su Watson, aunque al revés: Ricardo Sámper, el compañero de aventuras de Irene, iba a ser un racionalista, apegado a la ciencia cual Holmes.
Era un desafío, sin duda, pero empezaba a tener sentido… Ahora solo faltaba imaginar los casos y saber qué quería contar…
Eso, debo reconocer, no fue lo más difícil: las personalidades astrológicas rápidamente vinieron en mi ayuda: como los seres humanos, cada una tiene un modo y una razón para matar, sólo era preciso que bucear un poco en sus deseos, en sus temores, en su forma de ser…
Y de este modo nacieron las primeras tres historias de la serie: El muerto quiere saber de qué se trata, La curiosidad mató al hombre, Con palo y con rebenque…
Espero que las disfruten, mientras yo sigo escribiendo los nuevos casos de Irene Adler y de su inseparable Ricardo Sámper para compartir con ustedes.
Sin embargo, así como todo ser humano deja la huella de su personalidad en lo que hace, Irene sabe que todo homicida también firma su obra en el modo en que mata y en por qué lo hace, aunque pretenda y logre borrar toda prueba material. Y es allí donde sus conocimientos salen a relucir.
Algo que podría resumirse en: “Dime cómo y por qué matas y te diré quién eres”.
Aquí la autora nos habla de cómo le surgió la idea del personaje y de la serie de novelas:
“Desde chica adoré leer novelas y cuentos policiales, en especial los de enigma. El primero y mi predilecto, como parece obvio, fue Sherlock Holmes, el personaje de Conan Doyle tan apegado a la lógica, con una capacidad de raciocinio y conocimientos muy poco comunes. Luego se sumaron otros: Poirot y Miss Marple (Agatha Christie), Ripley (Patricia Highsmith), Maigret (Simenon), Kinsey Millhone (Sue Grafton), Kay Skarpetta (Patricia Cornwell), Alex Cox (James Paterson), Dalgliesh (P.D. James), Nero Wolfe (J. Stout), el inspector Linley (Elizabeth George), Morse (Colin Dexter), Montalbano (Andrea Camilleri), en fin, personajes memorables que no solo me regalaron magníficas horas de lectura, sino que generaron en mí el deseo de escribirlas.
Desde luego que para ello necesitaba crear un personaje especial, diferente, que tuviera un sello propio, una característica de investigación particular, capaz de distinguirse de los demás. Algo que no se hacía sencillo: en el siglo XXI ya todo parecía estar inventado.
Y andaba con esta idea dándome vueltas en la cabeza cuando, por mi trabajo, debí editar varios libros de astrología, un tema del que no sabía nada y ante el cual solo tenía prejuicios, como casi todos tenemos. (Aunque por supuesto, como casi todos también, solía leer los horóscopos y las predicciones con avidez).
Así que a la fuerza y no con mucha alegría tuve que interiorizarme en el tema, pues mal podía corregir los libros si no sabía de qué hablaban.
Y en eso estaba cuando inesperadamente, como sucede casi todo en la vida, la antigua idea de escribir novelas policiales empezó a tomar forma…
¿Y si mi personaje utilizaba la astrología como método de investigación?
Podía ser, pero ¿de qué manera iba a resolver los misterios?
¿Como un adivino que lee el destino?
¿A través del horóscopo?
¿Con cartas natales?
No, no me convencía, el camino de la adivinación no parecía el más adecuado…
Así pasé un tiempo, pensando y descartando una a una las posibilidades, hasta que un día, leyendo La inmortalidad, de Milan Kundera, surgió la luz. El autor decía:
En el cuadrante, las manecillas dan vueltas en círculos. También el zodíaco, tal como lo dibuja un astrólogo, tiene aspecto de cuadrante. El horóscopo es un reloj. Creamos o no en los pronósticos de la astrología, el cielo natal es una metáfora de la vida que contiene una gran sabiduría.
La irrepetible irregularidad con la que se agruparon las estrellas en el cuadrante del zodíaco en el momento del nacimiento de una persona, este es el tema permanente de su vida, su definición algebraica, las huellas dactilares de su personalidad.
‘Las huellas dactilares de su personalidad’…
Sí, allí estaba la génesis de mis libros: una personalidad que deja sus huellas dactilares astrológicas en lo que hace.
A partir de ese momento, las ideas se fueron sumando una tras otra como una catarata:
El investigador sería una mujer…
¿Por qué?
Porque en cierto sentido sería la contracara de Sherlock Holmes: en vez de usar la lógica y la ciencia pura y dura como él, emplearía la observación psicológica y una seudo ciencia como la astrología;
Y se llamaría Irene Adler: la única mujer que había logrado vencer al famoso detective en la historia ‘Un escándalo en Bohemia’.
Y por supuesto también tendría su Watson, aunque al revés: Ricardo Sámper, el compañero de aventuras de Irene, iba a ser un racionalista, apegado a la ciencia cual Holmes.
Era un desafío, sin duda, pero empezaba a tener sentido… Ahora solo faltaba imaginar los casos y saber qué quería contar…
Eso, debo reconocer, no fue lo más difícil: las personalidades astrológicas rápidamente vinieron en mi ayuda: como los seres humanos, cada una tiene un modo y una razón para matar, sólo era preciso que bucear un poco en sus deseos, en sus temores, en su forma de ser…
Y de este modo nacieron las primeras tres historias de la serie: El muerto quiere saber de qué se trata, La curiosidad mató al hombre, Con palo y con rebenque…
Espero que las disfruten, mientras yo sigo escribiendo los nuevos casos de Irene Adler y de su inseparable Ricardo Sámper para compartir con ustedes.
Mónica Ploese”
~El Muerto Quiere Saber de Qué se Trata~
♦Editorial: Del Nuevo Extremo
♦Páginas: 512
♦Fecha de publicación (Argentina): 5/12/2011
“La irrepetible irregularidad con la que se agruparon las estrellas en el cuadrante del zodíaco en el momento del nacimiento de una persona, es el tema permanente de su vida, su definición algebraica, las huellas dactilares de su personalidad.” Milán Kundera, La inmortalidad.
Dime cómo matas y te diré de qué signo eres, o dime de qué signo eres y te diré qué clase de asesino puedes ser.
Vuelve Irene Adler, la mítica investigadora creada por Mónica Plöese, que utiliza las técnicas zodiacales para esclarecer asesinatos.
Dime cómo matas y te diré de qué signo eres, o dime de qué signo eres y te diré qué clase de asesino puedes ser.
Vuelve Irene Adler, la mítica investigadora creada por Mónica Plöese, que utiliza las técnicas zodiacales para esclarecer asesinatos.
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¿Te gustaría ganar un ejemplar de El Muerto Quiere Saber de qué se Trata? Estate atento(a) al blog, que pronto te contaremos cómo participar del concurso triple...
¿Querés empezar desde ahora a sumar puntos? Leé la nota de arriba sobre la autora y contestá la siguiente pregunta en un comentario:
¿Cómo se llama la protagonista de las historias que escribe Mónica Plöese?
(+5 puntos extras por contestar correctamente. Concurso válido sólo para el territorio argentino)
Hola cuanto tiempo, me encanta la entrevista sobretodo las novelas policiales, la protagonista se llama Irene Adler, es una investigadora dedicada a los perfiles criminales basados en los tipos astrologías. Bueno espero que sea la respuesta un besito gigante desde Plegarias en la Noche, y que tengas un fin de año genial.
ResponderEliminarLa protagonista es una mujer, para ser lo opuesto a S. Holmes y se llama Irene Adler :)
ResponderEliminarMe gusto como fue iniciode la serie....y la frase "dime como y porque matas, y te dire quien eres"
Muy bueno.
Hola es este caso la respuesta es Irene adler como uno de los personaje de "A Scandal in Bohemia" novela del celebre personaje Sherlock Holmesen del extraordinario autor Conan Doyle.
ResponderEliminarMe gustan muchos estas clase de historias y me sorprendi al ver una autora argentina escrbiendlas
ResponderEliminarLa protaginista se llama Irene Adler
por cierto :)
Me quedé con la duda de cómo se pronunciará Plöese?
ResponderEliminarLa protagonista se llama Irene Adler. Besito =)
No se si el futuro sorteo sera internacional pero igual contesto a la pregunta porque el libro tiene buena pinta.
ResponderEliminarEl nombre de la prota es Irene Adler
Opuesta a Holmes, Irene Adler es la protagonista de estos libros. Cheeeu, me re llamò la atenciòn lo de las huellas sactilares astrologicas (? o no se buen como dijo, pero me quedè asi o.o
ResponderEliminarjajaja,
Nos leemos,
Jaz
La protagonista se llama Irene Adler, que es lo opuesto a Holmes.
ResponderEliminarEs bastante interesante lo de las huellas dactilares astrológicas.
Besos ^^