lunes, 20 de febrero de 2017

Reseña: Si el amor es una isla (Silence Hill #1)

Autor: Esther Sanz

Editorial: VRYA (VR Editoras)

Paginas: 289

Luisa viaja a una pequeña isla del canal de la Mancha donde el tiempo se detuvo hace siglos. Allí trabajará en un exquisito hotel regentado por un hombre misterioso que lo dirige con mano firme y estrictas reglas. Desobedecerlas tiene castigo. Sin embargo, Luisa no puede controlar su curiosidad y se verá en vuelta en situaciones límite y juegos oscuros ideados por el jefe. Su osadía será castigada, pero resolver el misterio que envuelve al amo tendrá recompensa. Él, exigente y distante, y ella, curiosa y de espíritu intrépido, chocan estrepitosamente. O de forma espectacular, depende de cómo se mire.
Secretos, aventuras y enfrentamientos dan paso a un tórrido romance que bebe directamente de las grandes novelas románticas de siglo XIX.




Gracias VRYA por el ejemplar.



Luisa es una joven de 17 años que, para ayudar económicamente a su padre, decide aceptar un puesto en el hotel  Silence Hill, ubicado en la intemporal isla de Sark. Pero por supuesto que las cosas no serán fáciles para nuestra protagonista: a pesar de sus buenas intenciones, su naturaleza curiosa y aventurera – aunque en muchos sentidos también bastante inocente – la llevarán a confrontar las estrictas reglas que rigen el lugar.

Dicen que una isla es el lugar ideal para perderse. Yo tuve que llegar al inhóspito Sark, un islote de quinientas almas en el canal de la Mancha, para encontrarme a mí misma.

En el camino conocerá a una multitud de personajes variopintos que brillan bajo la pluma de Sanz, creadora de detalles microscópicos que ensalzan sus personalidades exquisitas. Entre tantos otros encontraremos a los dos intereses amorosos de Luisa: Jim, un bohemio que trabaja como cochero para el hotel, y el mismísimo Patrick Groen, dueño del establecimiento, y cuyo rostro se encuentra oculta tras una máscara luego de sufrir un accidente.
Pero la historia va mucho más allá de este triángulo amoroso. Si bien son varias las escenas románticas – y debo mencionar la presencia de escenas bastante eróticas pero a la vez muy cuidadas y bien descritas, cosa un tanto extraña en la literatura juvenil actual – el verdadero conflicto se da en torno a un cierto misterio ya un misticismo que camufla a los personajes, quienes muchas veces no son lo que parecen ser.

Aunque parezca contradictorio, no hay nada más egoísta, íntimo y solitario que enamorarse perdidamente.

Si vamos a ser sinceros, en un principio me costó mucho inmiscuirme en el mundo de Sark. Sencillamente consideraba que no era mi tipo de aventura: creo que esperaba algo meloso que girara en torno a una muchacha afligida por no saber lo que quiere y por los malos tratos que sufre de parte de sus superioras. Pero me sorprendí gratamente al encontrar una protagonista muy joven que, si bien como dije a veces es muy inocente, tiene una voz muy bien armada y no sólo no vive quejándose de sus infortunios sino que los acepta y los enfrenta del modo que debe hacerlo. Lo romántico, en este caso, funciona de maravilla, pero el verdadero eje de la cuestión es el encontrarse a uno mismo y el saber observar cómo es el resto realmente.
A todo esto se le suma el contexto de la isla: abierta en todos sus horizontes, pero cerrada por el peso de sus costumbres feudales y el aislamiento del mundo moderno, funciona a modo de detonante para el sentir de los personajes. Les genera – y a nosotros también – una sensación de claustrofobia al saber que la salida es tan cercana pero tan lejana al mismo tiempo. Claro que esto no sería posible sin el peso descriptivo que tiene la narrativa de Esther: es una descripción segura, concisa, adjetivada de manera perfecta, que permite que la prosa fluya y que el lector pase las páginas sin tropiezos, ávido por saber qué sucederá a continuación.
Aparte de lo dicho, creo que otro de los aspectos que más me atrapó fue el complejo entramado intertextual que Sanz realiza a cada página. A partir de los guiños más obvios – al Fantasma de la Opera, de Gastón Leroux  - pasando por cuentos de hadas como “La bella y la bestia” y perpetuando ambientes signos de las hermanas Bronte, queda en evidencia la multiplicidad de lecturas que la autora logró poner en discusión en su historia, un trabajo que todos aquellos que nos regocijamos también con los clásicos sabremos valorar.
Y, como si fuera poco, y sin ningún spoiler de por medio, tengo que mencionar el final. Un final que para mí fue inesperado y muy bien logrado, al que el fluir de la trama me llevó casi sin sospechas – hubo un pequeño momento en el que tengo que admitir que lo dudé – pero que logró tomarme por sorpresa y cerrar con un broche de oro una historia que disfruté muchísimo, y de la cual todavía queda muchísimo por descubrir.
Sin nada más que agregar, quería recordarles que la segunda parte de esta saga, “Si el amor es un canto de sirena”, será publicado por V&R en el próximo mes de abril, y que tendremos la suerte de contar con la visita de la autora para la próxima Feria del Libro de Buenos Aires.





2 comentarios :

  1. Hola! No conocía el libro pero no me llama mucho la atención así que no creo que lo lea. Muchas gracias por la reseña.

    Un saludo!

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  2. Hola!!! Leí el libro hace unas semanas y lo AMé!!!! Me costó entrar en ese mundo también :) Y el finaaaaaaaaaaal!! Jamás me lo imaginé. Me encantó. Y los protagonistas me encantaron. Mas JIM jaaaaaaaj♥ Gracias por la reseña!!!! Saludos a los dos (:

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