Editorial: Bruguera (Ediciones B)
Paginas: 224
La llegada de un extraño forastero turba para siempre la monotonía de Iping, un pueblo inglés del condado de Sussex. De apariencia extraña y modales muy bruscos, el peculiar comportamiento del recién llegado irrita a los dueños de la posada donde se aloja e inquieta a los vecinos. Nadie sabe su nombre, nadie ha visto su cara, llena de vendajes y oculta tras unas gafas azules, y a toda costa los habitantes de Iping quieren descubrir el secreto. Pero cuando lo logran, lejos de quedar satisfechos, se enfrentan a la experiencia más aterradora de sus vidas: están ante la incorpórea presencia del Hombre Invisible.
Publicada en 1897, es una de las más famosas novelas de Herbert George Wells. Entre la ciencia ficción y el género fantástico, El hombre invisible combina el mítico humor inglés con la reflexión ética, que cuestiona los avances de la ciencia a cualquier precio.
La novela, escrita en el año 1897, fue una total revolución
para la literatura de la época, ganándose luego el mérito de ser considerada
como un clásico de la literatura de ciencia ficción. Ediciones B lo ha
publicado como parte de su colección “Primeros clásicos”, colección que creo
que todo joven lector debería tener en cuenta a la hora de ampliar su panorama
literario y de reconocer los lugares de donde surgieron muchos de los temas que
abundan en la literatura juvenil.
En el libro se narran las desventuras de Griffin, un extraño
personaje que llega a una posada en el pueblo de Iping. Allí es recibido con
desconfianza debido a su peculiar aspecto: el cuerpo de Griffin está
completamente cubierto, de la cabeza a los pies, con un enorme sobretodo y con
vendas que tapan toda la piel que pueda quedar visible. Este insólito atuendo
se complementa, a su vez, con un sombrero de ala ancha y unos gruesos anteojos
negros. La llegada de Griffin se encuentra seguida por una serie de hechos
sobrenaturales que azotan a la tranquila comunidad: robos inexplicables,
objetos que levitan, voces que no pertenecen a nadie.
Claro que los habitantes de Iping ignoran hallarse ante la
presencia del hombre invisible: Griffin es un científico que, víctima de su
propio experimento, se ve imposibilitado de volver a su forma original. Y a
pesar de que sólo quieren encontrar una forma de revertir el procedimiento,
tanto el interés desmedido de los pueblerinos como la impunidad que le otorga
el ser invisible lo irán llevando, poco a poco, la borde de la locura.
Si bien todos han oído hablar de H.G Wells o de El hombre invisible, nunca me había
decidido a embarcarme en su lectura. Pero una vez finalizada la misma, debo
decir que la disfruté muchísimo y que me parece súper recomendable para todo
tipo de lectores.
Por un lado, debido a la universalidad y actualidad de los
temas tratados. Ejemplo de esto puede ser el análisis de los rumores a los que
es sometida la figura de Griffin, la analogía que podemos encontrar entre la
invisibilidad del poder, o la crítica a la sociedad inglesa de la época. Todo
lector se sentirá identificado con la forma en que estas temáticas son tratadas
y será capaz de conectar los mismos con
sus lecturas presentes y pasadas.
Pero, por el otro lado, aunque lo tratado es conocido por
todos, el libro no deja de tener una frescura única. Es muy interesante la
forma en que Wells utiliza diferentes formar de narrar para darle a la historia
un enfoque único: encontramos tanto narradores en tercera persona de
características omniscientes como narradores en primera, a la vez que en
ocasiones se apela directamente al lector generando un vínculo único que lo
compenetra y lo introduce en la historia como un testigo más.
Aparte de esto, una de las cosas que más me gustaron es la manera
en la que se encuentra caracterizado el personaje de Griffin. Lejos de ser un
héroe convencional, tenemos un protagonista al que la locura y la ambición lo
consumen de tal manera que sus acciones comienzan a ser moralmente dudosas. A
veces sentimos lástima por él, pero en otras ocasiones nos produce terror el
pensar a lo que puede llegar a ser capaz. Este tipo de reflexiones se
encuentran a lo largo de toda la historia, primero, como dije, a modo de
analogía con el poder, pero también nos lleva a pensar hasta dónde es posible
llevar los experimentos científicos.
En resumen, la historia de Wells brilla por su actualidad
como también por la magnificencia de la prosa con que está escrita. Es un libro
que todo amante de la ciencia ficción encontrará fascinante, pero que a la vez
cualquier otra persona será capaz de disfrutar, incluyendo a los jóvenes
lectores que busquen sumergirse en el mundo de los clásicos por vez primera.
Hola! No lo conocía pero no me llama mucho así que por ahora lo dejaré pasar. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Yo lo leí hace poco y concuerdo totalmente con tu reseña.
ResponderEliminarAunque no era lo que esperaba, jajaja.
Abrazos ♥