domingo, 20 de noviembre de 2016

Reseña: Esta noche las calles son nuestras.

Autor: Leila Sales

Editorial: V&R Editoras

Paginas: 376

La vida muchas veces puede ser injusta. Arden Huntley siente eso. Ella siempre fue leal. Sus amigos y su familia la definen así. Pero está cansada de serlo y de vivir preocupándose por personas que no la aprecian realmente. Incluso de su madre, que se marchó de su casa sin pensarlo dos veces. Y de su mejor amiga, que últimamente solo piensa en ella. Un día, Arden se topa con el blog Esta noche las calles son nuestras, y comienza a leer las reflexiones de Peter, un joven neoyorkino, con quien cree tener muchas cosas en común. Al menos, él sí parece entender cómo es la vida. Arden quiere conocerlo. Necesita conocerlo. Por eso, viaja a Nueva York, pero solo tiene una noche. Una noche en la que todo puede suceder y en la que tendrá que aprender que no todos son lo que aparentan. Incluso ella tal vez no sea esa persona tan segura de sí misma que siempre pensó que era.

Gracias VRYA por el ejemplar.



La novela nos cuenta la historia de Arden, una chica que ha vivido durante toda su vida en la aburrida ciudad de Cumberland, Maryland. Arden se caracteriza por ser “demasiado buena”, una persona que siempre ha estado ahí para todos y a la que raramente la atención le es devuelta de manera recíproca. Su entorno está repleto de personajes que sólo piensan en ellos mismos, por lo que la vida de Arden comienza a sentirse vacía y desdichada: sus padres tienen sus propios problemas – el inminente abandono de la madre siendo el principal – mientras que su novio es un egocéntrico de primer nivel y su mejor amiga… bueno, digamos que deja mucho que desear. El nombre de uno de los capítulos es particularmente gráfico en cuento a este contexto: “¿Por qué nadie quiere a Arden tanto como ella los quiere?”.
En este contexto, Arden encuentra un blog titulado “Esta noche las calles son nuestras". En el sitio web, Peter, un chico de New York, expone al mundo su vida familiar en torno a la desaparición de su hermano, sus ansias de convertirse en escritor y, principalmente, sus sentimientos hacia la novia de su mejor amigo. La prosa de Peter cautiva a Arden de tal manera que, luego de un evento que le afecta particularmente, decide viajar a New York para conocerlo en persona. Claro que, en la realidad, las cosas rara vez son como uno las pone en los papeles.
A grandes rasgos, el libro es precioso. Se nos presenta un mundo sumamente realista, con los aspectos buenos y malos de toda realidad y con los vaivenes emocionales que cualquier adolescente puede tener. La prosa de Sales nos hace pasar de la alegría a la tristeza en dos párrafos, y el punto de vista de Arden, en ciertos aspectos bastante naive, me pareció una elección muy acertada para lograr poner en palabras la forma en que las cosas nunca son como uno las piensa realmente.
Este relativismo es uno de los temas más importantes del texto, aunque Sales no deja de tocar nade de lo relacionado a la amistad, la familia, y el trato humano en sí. No es una historia en la que se sucedan grandes eventos, sino que más bien es una muy interesante mirada introspectiva a la vida de una joven, adornada por sus propias anécdotas y memorias. Es un roadtrip en el que Arden no sólo descubrirá verdades acerca del mundo que la rodea, sino también verdades sobre ella misma.
Me pareció muy interesante la forma en que los personajes se alejan bastante de los estereotipos  del género. Mientras que algunos personajes son adorables, con otros no pude sentir más que desagrado. Pero el punto principal está en que ninguno es completamente bueno o malo, sino que su construcción está repleta de ambivalencias que los hace mucho más realistas.


“I used to think that loving somebody meant sacrificing anything for them. I thought it meant writing them a blank check. I thought it meant that you would die without each other. But it turns out that death and a broken heart are not the same.
These days, I think that love is not so dramatic as all that. Maybe loving somebody means simply they bring out the best in you, and you bring out the best in them - so that together, you are always the best possible versions of yourselves.”


A la trama y a los personajes se le suma, también, el estilo de la autora, que me pareció muy prolijo y ameno de leer. La prosa es muy fluida, quizás demasiado sencilla en ciertos aspectos, pero capaz de retratar con certeza las personalidades de los actuantes y las situaciones en las que se desenvuelven.
Mención aparte merece la edición de V&R, que si bien nos tiene acostumbrados a libros muy estéticos y cuidados, me parece que, con este, lograron lucirse particularmente. A partir de la portada y de las divisiones de los capítulos, “Esta noche las calles son nuestras” logra convertirse en una experiencia tanto literaria como visual.
En resumidas cuentas, es un libro que me gustó muchísimo. Ya no es secreto, de todas maneras, mi predilección por aquellos libros realistas contemporáneos en los cuales el foco no está puesto en la acción en sí, sino en el desarrollo psicológico de los personajes. Es uno de esos libros que nos recuerda que no son necesarios grandes acontecimientos para poder generar grandes historias.





2 comentarios :

  1. Hola! He visto alguna reseña de este libro y pese a no ser del todo de mi estilo este parece entretenido así que no lo descarto. Muchas gracias por la reseña.

    Un saludo!

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  2. ¡Hola!
    Es la primera reseña que leo de este libro y por lo visto tiene buena pinta. Seguro que va ser mi próxima lectura después de leer tantos libros de fantasía en estos últimos días (y los siguientes que vendrán hasta acabar el año). :)
    ¡Un saludo!

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