Editorial: V&R Editoras
Paginas: 584
Había una vez… una joven de cabello largo y dorado que fue encerrada en una torre sin puertas ni escaleras. Cinder, Thorne Y Wolf son los fugitivos más buscados. Juntos, planean destronar a la reina Levana y destruir su armada. Todas sus esperanzas están puestas en Cress, una joven hacker que se encuentra atrapada en un satélite. Durante toda su vida, estuvo rodeada de pantallas, observando, espiando. Lo único con lo que siempre soñó fue con ser libre. Y finalmente logra escapar…pero el precio que deberá pagar es más alto de lo que ella imagina. Mientras tanto, Levana está empecinada en que nada ni nadie le arruine su boda con el emperador Kai… ¿Qué será capaz de hacer con tal de cumplir su objetivo?
Érase una vez, en un reino que ya
nos es totalmente conocido, y por el cual sentimos tanto cariño como por la
realidad propia, una joven atrapada en un satélite. Quienes hayan leído los
primeros dos libros de esta maravillosa saga (reseña de Cinder ACÁ y reseña de Scarlet ACÁ) sabrán de quién hablo, y confío en
que irán corriendo a sumergirse en las páginas con Cress, la hacker personal de Levana que ha pasado la mayor parte de
su vida retenida contra su voluntad, con
la única compañía de sus pantallas y la ocasional visita de Sybil Mira –
personaje con el que tengo, desde el primer libro, la relación más intensa de
amor-odio conocida hasta el momento, y sobre el cual no puedo decir nada.
Malditos spoilers.
El universo que comenzó con Cinder se ha ampliado de manera
exorbitante – al igual que la extensión de los libros, llegando éste a las casi
600 páginas – y lo mismo ha sucedido con la multitud de posibilidades que se
nos presentan. La incorporación de Cress a la historia se vuelve un elemento
fundamental para que nuestros antiguos aliados puedan continuar su camino y
detener definitivamente a la reina Levana, pero esto no quita que cada uno –
cada una de nuestras “parejas épicas” – tenga su propia historia desarrollada
de manera independiente.
Creo que, esta vez, lo mejor del
libro va de la mano de las descripciones, que se vuelven reflejo de la multitud
de lugares por los que nos lleva la pluma de Meyer. Desde el conocido interior
de la Rampion, hasta llegar al
mismísimo desierto del Sahara – no sin antes pasar por el ya mencionado
recóndito satélite – los aspectos geográficos del libro se encuentran muy bien
explotados, y dan constantes ganas de saber a dónde se nos llevará a
continuación.
Los personajes continúan
desarrollándose de manera magistral, aunque debo advertir que las cosas se
tornarán un poco oscuras, y que algunos la pasarán realmente mal – sí, incluso
peor que en Scarlet. Además, a
nuestros favoritos – como Thorne *gasps* - se les unirá la adorable Cress, quien
diferirá notablemente de los personajes femeninos presentados hasta el momento.
Su concepto va más para el lado de la inocencia, de lo naive,que para la fiereza de la Scarlet o la determinación – en
este libro cercenada - de Cinder. Cress
se asemeja, en cierto sentido, a la princesa de cuentos de hadas tal y como la
conocemos, y el elemento contrastante, en una saga que nos tiene acostumbrados
a la deconstrucción del género, hizo que, en lo particular, me enamore del
personaje.
Maybe there isn’t such a thing as fate. Maybe it’s just the
opportunities we’re given, and what we do with them. I’m beginning to think
that maybe great, epic romances don’t just happen. We have to make them
ourselves.
Considero que, a nivel
argumental, Cress lucha por ser el
mejor de la saga – aunque todavía queda por leer Winter – debido a la combinación constante entre momentos de
tensión absoluta y otros humorísticos que vuelven muy amena la lectura y que,
además, se encuentran posicionados de
manera excelente en el entramado general. En reseñas anteriores creo recordar
haber dicho que tanto Cinder como Scarlet se caracterizaban por ser,
quizás, demasiado simples. Este, debo admitir, es un obstáculo que claramente ha
sido superado en esta entrega.
Con el pasar de los libros se va
haciendo cada vez más difícil reseñar sin incurrir a spoilers, así que voy a dejar que cada uno de ustedes se enfrente
por su cuenta a las situaciones que Meyer ideó para este libro. Sin más que
agregar, tengo que decir que Cress es
una obra que devoré de principio a fin, y que, al parecer, la historia no hace más que mejorar. Como siempre,
termina con un cliffhanger increíble.
Sólo queda sentarse, esperar, y ver cómo Winter
resuelve la historia.
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