Editorial: Debols!llo
Paginas: 960
La novela que cierra una serie que ha cautivado a miles de
lectores Después de sobrevivir a la guerra y al sufrimiento en las heladas llanuras
de Europa, Tatiana, Alexander y el pequeño Anthony afrontan con ilusión una
nueva etapa en Estados Unidos. Refugiándose en el trabajo y en la mutua
comprensión, van en busca de un lugar en el que establecerse para restañar las
heridas y liberarse por fin de los tormentosos recuerdos del pasado. Pero en
ocasiones el paraíso no está al alcance de la mano, y los giros del camino
ocultan dificultades que pondrán a prueba sus más hondas convicciones y harán
tambalear un amor que hasta ahora había demostrado ser inquebrantable. En un
último esfuerzo, Tatiana y Alexander deberán encontrar el rastro que les
llevará a aquel momento prístino en el que se conocieron, a su particular
Jardín de Verano.
Me llevo un tiempo decidirme a
hacer esta reseña. En realidad, me llevo un tiempo digerir el libro. Fue
demasiado… Pero creo que ya me encuentro psicológicamente capaz de escribir
acerca del final de la trilogía de “El Jinete de Bronce”. (Reseñas del primer y segundo libro, ACÁ y ACÁ)
Recordemos dónde nos dejo el
libro anterior: Tatiana había rescatado a Alexander de los campos de
concentración para prisioneros rusos (si, los rusos usaban los centros de
concentración alemanes para encerrar a soldados que habían sido tomados
prisioneros por los alemanes antes de finalizar la segunda guerra mundial. Fuck
logic.), y ahora la familia estaba reunida de nuevo. Alexander pudo, por fin,
conocer a su hijo, Anthony y estar con su preciosa Tatia. Uno diría que ahí se
termina todo (mas habiendo leído el epilogo de “Tatiana y Alexander), que la
familia esta reunida y todos vivieron felices para siempre. Pero no, la autora
nos quiere hacer sufrir un poco más.
La guerra dejo marcas en el
cuerpo y la mente de Alexander, ya no es el mismo. Ya nada es igual. Ya no son
más Tatia y Shura, los amantes de Leningrado. Ahora son dos adultos
completamente extraños marcados por la muerte que deben convivir y criar a su
hijo.
El libro nos va narrando el viaje
a través de Estados Unidos que hace la familia y como en cada lugar que se
asienta los problemas se notan aún mas. Es doloroso ver como la historia de
amor que tanto nos cautivo en los otros dos libros, en este esta completamente
ausente (de verdad, ¡duele!). Alexander… ¿qué decir? No es el hombre amoroso,
protector y lleno de vida que conocíamos. Ahora es un ser, un ente de mirada
fría, sin palabras dulces para su mejor, sin amor para darle. Se convirtió en
un personaje odioso, es una persona horrible. Uno entiende que lo que vivió fue
extremadamente fuerte y que de ahí no se sale entero, pero ¡por favor! El
maltrato hacia su mujer es impensado, rozando por MUY poco la violencia y el
abuso. Si la autora quería que notáramos como la guerra les había robado todo,
hasta sus almas, bueno, la felicito, lo logró de una manera muy realista. Alexander no tiene alma. Igual una parte
de mi nunca pudo dejar de quererlo aunque sea un poquito, de querer justificar
sus acciones o pensar que se iba a redimir. No podía ser que mi querido Shura
no estuviera mas ahí.
En cuanto a Tatiana, ella sigue
siendo la mujer fuerte que siempre supe que era. Esa mujer que lo da todo, que
pelea con uñas y dientes por lo que ama y cree. Se lleva todo mi amor este
personaje. El crecimiento de Tania como mujer a través de todos los libros es
increíble. Es verdad que se deja someter por Alexander, que tiene un control
sobre ella muy enfermo, al punto de no querer que trabaje, ni que haga nada.
Solo que cocine, este siempre ahí para él y crié a su hijo. Para mí, Tania hizo
todo esto porque el amor que sentía por su marido iba mucho mas allá de todo,
no podía pensar que todo lo que había hecho y sacrificado, había sido en vano.
Tenía que tener fe en que las cosas mejorarían.
En cuanto a lo que mi respecta,
el libro se divide en dos partes. La primera en donde vemos todo esto, la
historia de Alexander y Tatiania tratando de acomodarse a un nuevo país, a una familia,
a la rutina, a las heridas de guerra, a los fantasmas. Tratando de recomponer
su amor a toda costa y buscando su lugar en el mundo. El lugar de Shura y
Tatia.
Y la otra parte es… bueno, la
verdad es que uno no lo ve venir, parecen dos libros diferentes. Después de
varios años, de varias peleas, de muchas lágrimas, algunos hijos más, Anthony,
el primer hijo de la pareja, es enviado a la guerra de Vietnam y desaparece.
Acá aparece nuevamente el Alexander que conocemos, el hombre valiente,
orgulloso y lleno de fuerza, que sale a buscar a su hijo, siendo ya un poquito
grande para el asunto.
Paullina Simons creo un final
esperado para la trilogía, pero en el medio metió mucho contenido, historias
nuevas, personajes nuevos y mucha, demasiada, pasión. Creo que siempre supe
cómo iba a terminar esta historia, es una historia de amor. Pero es una
historia de amor diferente, muy intensa, ambientada en un contexto histórico
que me dejo helada, que justifica el accionar de los personajes. No es el libro
que mas me gusto, creo que hay mucho relleno, y la verdad es que odie a
Alexander en casi todo momento, y eso me angustiaba mucho, ya que es uno de mis
personajes masculinos preferidos, pero bueno, nadie es perfecto y los caminos
que vivimos en la vida nos marcan y hay que aprender a vivir con esas marcas,
adaptarse, encontrar la forma de ser feliz con el pasado y los fantasmas.
Una trilogía que se siente real
en todo momento. Esta es una de esas historias que voy a llevar conmigo para
siempre.
~Sobre el autor~
Paullina Simons nació y se crió en Leningrado. Emigró a
Estados Unidos junto a su familia en los años setenta. Es autora de novelas de
éxito internacional, como El sueño imposible y la trilogía compuesta por El
jinete de bronce, Tatiana y Alexander, y El Jardín de Verano. Sus libros han
cautivado el corazón de miles de lectores en todo el mundo.
primero soy amante de la literatura (grande ya, no digo la edad por q las mujeres no la decimos ja) y profesional (profesora) de historia, primero la historia es increible muy bien contextualizada eso te lo aseguro, el comportamiento de ellos tenemos q entenderlo en el marco social en el que se encuentran lo cual me parece q la historia lo capturo perfectamente, la relacion de ellos era imposible que no se deteriore, lo que me encanto fue la forma natural de resolverlo (aca no existe la magia de los libros comunes donde el dolor desaparece al instante) la segunda parte me gusto ver el paso del tiempo y lo nuevo q viene, por q vemos como ellos pueden curar sus heridas, y el final si predecible pero a la vez unico como dice Simons, el vio por que queria verlo, o sea el buscaba algo nuevo, el queria eso y lo encontro en la dulce Tatiana, perfecta esa frase. y finalmente nuestra querida Paullina es Rusa, y como buen escritor ruso te tiene que hacer sufrir hasta llorar de frustracion, no esperaba menos, ella lo logro, en mi al menos. Dciho esto me gusto tu reseña, besos!
ResponderEliminar¡Hola! Muchas gracias por el comentario.
EliminarYo estudie 4 años historia (la mitad de la carrera tengo hecha pero me di cuenta que no era lo mio je) y la verdad es que la historia esta ambientada a la perfección y fue una de las cosas que mas me gusto de estos libros.