Hoy salió en tapa del diario La Nación una nota muy linda sobre el fantasy y la literatura juvenil. Además charlaron con un grupo de chicos en la Feria del Libro y mencionan a Hush Hush, Los Juegos del Hambre (y en tapa se ve el stand de Del Nuevo Extremo, obvio, con Oblivion en primer plano :D). Copio la nota que subieron a la versión online del diario. También salió una columna que escribió Tiffany (autora de Lesath), que voy a subir en otra entrada en un rato .)
Feria del Libro / Las sagas y los autores que atraen a los jóvenes
Fantasy: el género que cautivó a los adolescentes y es un boom editorial
Un fenómeno literario que combina la mitología, el terror, el misterio y el romance y derriba el mito de que los chicos de hoy no leen como los de antes
Dicen que el libro es un objeto pasado de moda. Que los adolescentes ya no leen como antes. O que la competencia de la computadora marginó la lectura joven al hecho de hojear los manuales de PlayStation. Pero, en el marco de la Feria del Libro, estos supuestos que se repiten muy a menudo no se ajustan mucho a la realidad. A los chicos, el libro de papel aún les resulta muy atractivo, aunque los precios no son del todo accesibles para rivalizar con sus otras prioridades.
Catalina Diez y Paula Biondi, ambas de 14 años, leyeron varias de los títulos de moda y de la feria se llevaron Hush Hush. Foto: Ignacio Coló |
"Yo leería cualquier cosa... Además el libro siempre es mucho mejor que cualquier película basada en esas historias", responde Valentina Pujol Morini, de 16 años, mientras recorre la Feria junto con su amiga Clara Cimmino de 15 años. "Por ahí lo que pasa es que para leer te escondés porque te pueden tildar de nerd; el libro de papel me gusta más que la tablet porque tiene un olor y una sensación diferente", agregó Clara, aunque no llega a definir muy bien -como todo el mundo a esta altura- los beneficios del papel sobre el formato digital.
Un estudio de la consultora internacional GfK Retail and Technology realizado el año pasado entre 37.000 jóvenes de 25 países mostró que en la Argentina, el 42% de los jóvenes de entre 15 y 19 años encuestados "lee libros" mientras que la media entre México y Brasil asciende al 46% y la global (Europa y Asia), a 57 por ciento. O sea cifras bastante elevadas que rebaten aquello de que "los chicos ya no agarra los libros".
Los juegos del hambre es otro de los "tanques" de la literatura adolescente. Es una trilogía del género distópico y ciencia ficción escrita por Suzanne Collins. Esta obra tuvo una tirada impresionante y fue traducida a 26 idiomas diferentes. El año pasado se estrenó la primera película basada en el libro y en los próximos meses llegará la secuela. Un fenómeno cultural que nació como un simple libro de papel y que después terminó transformándose en una megaproducción de Hollywood.
"Son fanáticos de las sagas y se las devoran en pocos días; si no compran todos los libros es porque algunos son caros y superan los 150 pesos; los padres me dijeron que están desesperados porque se los terminan rápido y piden el que sigue", comentó Micaela Franza, que está a cargo de responder las consultas de los chicos en uno de los stands de librerías en la Feria.
Clara Felgueras, su hermana Inés y su amiga Paz Carpi revuelven los libros de las colecciones de lo que en algunos países ya se ha bautizado como literatura "fantasy".
Este fenómeno, el "fantasy" requiere abrir un paréntesis. Su aparición tiene un antes y un después de la saga de Harry Potter, el joven aprendiz de brujo. Es un género literario que mueve millones de dólares en la industria cinematográfica y editorial. En el "fantasy" no se encuentran solamente los vampiros, sino también las brujas, los fantasmas, el esoterismo, los fenómenos paranormales, el terror, la ciencia ficción, además del romanticismo y el humor, clásicos ineludibles. El misterio y el amor son temas muy presentes en la novela juvenil tanto como la tentación de otros mundos y el gusto crepuscular. En este sentido, la saga Crepúsculo , que ya tiene algunos años y muchos millones de dólares acumulados, abonó el terreno para que aparecieran más autores y títulos en todo el mundo.
Por ejemplo, con 5000 ejemplares vendidos en poco más de un mes, Lesath , es la apuesta de editorial Planeta en este rubro. La autora de 24 años se llama Tiffany Calligaris (ver aparte), una porteña que se ha transformado en la referente del "fantasy" argentino. La historia, pensada como trilogía, es protagonizada por una adolescente y abreva en la mitología y el misterio.
Clara deja un ejemplar sobre la mesa del stand y responde: "La saga de los ángeles caídos ( Hush Hush ) y Los juegos del hambre los está leyendo todo el mundo; mezclan ficción con romanticismo, que es algo muy de moda". Consultada acerca de su relación entre las posibilidades digitales y el libro tradicional contesta en plural: "Leemos de noche antes de irnos a dormir y después de estudiar. También cuando estamos al aire libre, porque el libro nos permite tener un momento tranquilos y solos".
Si en otro momento de la historia el hábito de leer era exhibido por algunos jóvenes como una ambición de intelectuales, hoy el acto parece más natural y movilizado por el dispositivo psicológico básico de la curiosidad. Por eso, los chicos pueden combinar distintos tipos de lecturas sin complejos o determinados por sistemas predefinidos. Desde el cómic hasta la filosofía; desde la novelas románticas hasta la historia y las biografías.
"Es cierto que no nos gusta leer lo que nos imponen. Siento que nuestros intereses muchas veces ni siquiera se conocen. Creo que hoy se lee mucha ciencia ficción como Juego de Tronos y ese tipo de libros y, la verdad, es que no creo que haya pasado de moda", sostiene muy segura Antonella Rapetti de 19 años. "La Feria está muy linda y se pueden conseguir algunos libros a 20 pesos, pero las sagas son muy caras", agrega Alejandra Cornejo, de 22 años.
Camila Cadillac, Mariano Giménez, Dafne Sosa Traversa; Ornella Felicetti, Lucrecia Biondi y Natalia Arianello -todos de 16 años- recorren en grupo los stands buscando algo que les llame la atención. "Siempre prefiero leer en el papel que en Internet. Me gusta tener el libro para irme a la cama y despegarme de la compu", explica Camila mientras el resto asiente con la cabeza.
Pero no todo es fantasía. Nicolás y Camila, de 17 años, y cierto aire bohemio prefieren Jorge Luis Borges y G.K. Chesterton (nada menos). "Eso de que los chicos no leemos es un mito. Tengo siempre un libro en la mochila y lo abro siempre de noche y cuando viajo en el colectivo, pero nunca leo en la compu", señala Nicolás. Ambos, según aclaran, pertenecen a un "circulo" de amigos donde el hábito de leer es importante.
Ni tanto; ni tan poco: al parecer los chicos leen libros, sí, pero los que ellos eligen...
La verdad es que es una muy buena noticia leer algo así, aunque en eesta parte del país la verdad que es MUY raro encontrar a quienes lean como alguno que otro libro.
ResponderEliminarYo siempre intento llevar a mis amigas a la adicción pero muy pocas terminan cayendo o casi ninguna :/
Besos
"..los chicos leen libros, pero los que ellos eligen" cuánta razón!!! yo leo desde los 10 años sagas, y bueno.. no pude parar (tengo 23, ya no tengo arreglo jaja).. si me pongo a contar cuántos libros leí, no habría forma... no tengo idea... y de la cantidad ENORME de libros que me obligaron a leer en la escuela, sólo me "medio-gustó" uno... UNO. Creo que con eso está todo dicho...
ResponderEliminarQue un libro sea famoso, o de alguien famoso, no significa que a mí me parezca de calidad... pero así, obligando a los chicos a leer cosas que no les interesan, logran que a los que no les gusta leer, les guste menos y menos...
Que mercado lucrativo encontraron algunos "escritores" en el publico juvenil. Con que poco nos conformamos viendo a los adolescentes leer papilla subnormal en forma de libros, porque, total, están leyendo.
ResponderEliminar"sí, pero los que ellos eligen..."
Todavía hay quienes creen que ellos eligen sus gustos, ja, ja, ja
Que quieren que les diga? si esta es la juventud "intelectual" que lee fantasy y Crepúsculo, estamos un poquito descarrilados.
Me quedo con la frase "los chicos leen libros, sí, pero los que ellos eligen". ¡ES TAN CIERTA! Me pasa en la escuela, los libros se me hacen pesados solo porque el profesor los impone, porque después cuando pasa el tiempo y los releo, me terminan gustando jajajaja
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