Estoy feliz de darle hoy la bienvenida al blog a un autor porteño que conocí en el pasado Festival Azabache de Mar del Plata, leí su obra Ingrávido (un compendio de relatos cortos que fluyen entre lo absurdo y lo hilarante de la cotidianidad humana. Buenísimo, me encanta este tipo de humor y me encanta sumergirme en esta clase de historias de vez en cuando -bastante seguido- para variar de tantos aires fantasiosos), y me di el placer de entrevistarlo :D Espero que se animen a conocerlo!!
~Sobre el autor~

¡Bienvenido a Llave de Tinta Fernando! Gracias por aceptar esta entrevista. ¿Cuándo comenzaste a escribir y cómo nació Ingrávido, tu primera obra?
Gracias por la bienvenida y por el espacio.

Encuentro entre Muerde Muertos y la Cofradía del Fantasy Argentino.en el Festival Azabache 2013 Fernando Figueras está arriba a la izquierda, junto a Leo Batic.(el de camisa azul) |
![]() | |||||||
Damián Blas Vives, Fernando Figueras y José María Marcos en la presentación de Quepobrestán (jueves 22 de agosto de 2013, en la Escuela Freudiana de Buenos Aires) |
Contanos un poco sobre tus obras, ¿qué encontrará (o esperás que encuentre) el lector en Ingrávido y tu nueva novela, Quepobrestán?
El realismo delirante me sale naturalmente. Puedo escribir otras cosas, pero me siento a gusto ahí. La exageración es una característica del realismo delirante y también de mi forma de analizar las cosas. Me sirve para analizar lo que pasa y para entenderlo mejor, para verlo más claro.
¿A qué lector le recomendarías tus obras?
A cualquiera que tenga ganas de leer. De todas maneras, puestos a recomendar, les recomiendo que lean a Mario Levrero, Boris Vian, Roberto Arlt, o a los otros autores editados por Muerde Muertos.
En tus años escribiendo y publicando con Muerde Muertos, ¿qué es lo más delirante que te pasó y nunca te imaginaste que fuese posible? ¿Alguna anécdota que quieras compartir con nosotros?
Lo más delirante lo recuerdo perfectamente. Estábamos con los Muerde Muertos en una biblioteca popular en la provincia de Buenos Aires. Acabábamos de terminar con una lectura de textos, todo bien. De repente, afuera se escuchan voces, algún grito, agitación. A los pocos segundos entró al lugar Penélope Cruz seguida de 99 Penélopes Cruces más. Todas llevaban puestos unos vestidos transparentes rojos. Sus miradas dejaban en claro que estaban en un buen día para conocer gente, por decirlo de algún modo. Sin importarles lo que sucedía alrededor, enfilaron para donde estaba yo. Se detuvieron a escasos centímetros de mí. No dije nada, ¿cómo hacés para hablar con cien mujeres? Además intuí que no querían hablar. Con voz firme y suave a la vez, dóciles y decididas al mismo tiempo dijeron: ¡Te amo! Cada una lo dijo por su cuenta coincidiendo con las otras en tiempo y forma. El unísono más maravilloso que oí en mi vida. Quedé shockeado. Fue tal el impacto que me di vuelta para ordenar mis ideas. Se ve que estando de frente no confiaba en poder ordenarlas, no sé. Lo cierto es que de espaldas a las Cruces pude ver cómo volaban sobre mi cabeza decenas (diez decenas para ser preciso) de transparencias rojas. Me di vuelta, obvio, preocupado por la salud de esas chicas, dado que hacía frío. Ellas tenían los brazos extendidos. Al instante se abalanzaron sobre mi y luego de saludarnos y conocernos a un nivel muy básico procedieron a sacarme de allí en andas y llevarme a la carrera hacia un monte que quedaba ahí cerca. Pasamos una semana juntos. Si bien fue un tanto agotador, tengo el mejor de los recuerdos de aquellos días. A la octava mañana me desperté y ya no estaban. Bueno, así es el mundo de la Literatura.
¿Dónde podemos conseguir tus obras? ¿estás trabajando en algún nuevo proyecto actualmente?
Las obras las distribuye Galerna, así que se consiguen en librerías Galerna, pero también en Yenny, Cúspide y varias librerías más. También pueden consultar al blog de la editorial: www.muerdemuertos.blogspot.com. Allí está toda la información para quien quiera comprar los libros.
Estoy terminando mi primer libro a dúo con José María Marcos, que no sé si va a ser bueno o malo, pero creo que es muy original. Saldrá el año que viene y lo único que puedo anticipar es que tendrá que ver con algo importante que va a pasar en el mundo en 2014. Ampliaremos…
¡Gracias por tu tiempo Fernando! ¿Algo que quisieras decirle a los lectores?
Gracias por su tiempo de lectura. Busquen libros que les interesen, de cualquier tema, nacionalidad o autor, y lean. Y después recomienden.
¡Un abrazo!
Entrevista
realizada por
~Sobre sus libros~
Editorial: Muerde Muertos
Páginas: 120
Fecha de publicación (Argentina): 2010
Precio: $70
Siete cautivantes relatos que, sumándose a las más audaces propuestas actuales, juegan al borde de los géneros, creando un particular mundo donde la parodia no alcanza sólo a la realidad, sino también a la ficción misma. Mediante una prosa atrevida y satírica, el delirio y la literatura se transforman en sinónimos, para dar cuenta de lo absurdo de ciertas creencias que sostienen lo que conocemos como sentido común.
Decir que los cuentos de Fernando Figueras son 'delirantes' sería una afirmación para salir del paso y meter al libro Ingrávido en algún estante de lo que solemos conocer como literatura.
Delirio hay, por supuesto, porque cuando uno entra a su mundo siente que todo puede suceder. Sin embargo, no se trata de una acumulación de disparates que sólo nos hace reír, sino más bien una forma descarnada de deconstruir la realidad, de pasarla por encima con un tanque de guerra y luego rearmarla, aunque en esta nueva versión la cabeza haya quedado en los pies, las manos sean los brazos y en las cuencas de los ojos estén nuestras orejas.
Para ser más precisos basta un solo ejemplo. En 'Esquinas', donde un profesor se aferra a una insólita salida laboral, el autor describe la situación de la siguiente manera: 'Los que en una esquina eran víctimas de los limpiavidríos, en la otra eran victimarios al volante. Ese era uno de sus problemas en aquella época, quizás peor que su situación económica: lo desesperaba mirar alrededor y no poder tomar partido por nadie'. Y agrega: 'Por suerte, a todo esto, el Intendente no hacía nada'. Porque, claro, si el Jefe de Gobierno empezara a trabajar todo podría ser peor. 'Con algunos tipos (acota) lo conveniente es pagarles un sueldo para que no hagan nada'.
Tras leer estos cuentos dotados de ingenio y lucidez, uno entiende que el sentido del humor en Fernando Figueras se parece, al decir de Emil Fischer, a un profundo sentido de la supervivencia.
José María Marcos
Decir que los cuentos de Fernando Figueras son 'delirantes' sería una afirmación para salir del paso y meter al libro Ingrávido en algún estante de lo que solemos conocer como literatura.
Delirio hay, por supuesto, porque cuando uno entra a su mundo siente que todo puede suceder. Sin embargo, no se trata de una acumulación de disparates que sólo nos hace reír, sino más bien una forma descarnada de deconstruir la realidad, de pasarla por encima con un tanque de guerra y luego rearmarla, aunque en esta nueva versión la cabeza haya quedado en los pies, las manos sean los brazos y en las cuencas de los ojos estén nuestras orejas.
Para ser más precisos basta un solo ejemplo. En 'Esquinas', donde un profesor se aferra a una insólita salida laboral, el autor describe la situación de la siguiente manera: 'Los que en una esquina eran víctimas de los limpiavidríos, en la otra eran victimarios al volante. Ese era uno de sus problemas en aquella época, quizás peor que su situación económica: lo desesperaba mirar alrededor y no poder tomar partido por nadie'. Y agrega: 'Por suerte, a todo esto, el Intendente no hacía nada'. Porque, claro, si el Jefe de Gobierno empezara a trabajar todo podría ser peor. 'Con algunos tipos (acota) lo conveniente es pagarles un sueldo para que no hagan nada'.
Tras leer estos cuentos dotados de ingenio y lucidez, uno entiende que el sentido del humor en Fernando Figueras se parece, al decir de Emil Fischer, a un profundo sentido de la supervivencia.
José María Marcos
Páginas: 80
Fecha de publicación (Argentina): 2013
Precio: $70
¿Qué haría usted si, cargado de deudas, mala suerte y sin dinero, recibe la noticia de que ha ganado un premio monetario en un concurso literario? ¿Importa que sea de un país y en una moneda que desconoce?
Fernando Figueras ha fundado en Quepobrestán un nuevo género: la nouvelle divague, donde el erotismo, la crudeza, el humor y la reflexión filosófica se encuentran en los repentinos movimientos del pensamiento delirante. La escritura fluye por un curso en constante lucha con lo conocido y lo irremediable: divagar es entregarse a la aventura sin plan, pero sin rendirse, a los descubrimientos y a la experimentación de una nueva percepción. Bajo esa óptica, Federico De Nucchi emprende un viaje que lo enfrenta a su sistema de creencias en el amor, al mundo de los concursos literarios, el márquetin, la academia y la consagración profesional. Quepobrestán es un enigma que irrumpe como promesa de salvación en la fatalidad de un escritor argentino. Un país, una islita en Oceanía que bien podría ser paradisíaca. Pero como esa última sílaba que el idioma quepobrestaní le resta al castellano, el sueño de De Nucchi quizá se realice de manera incompleta y distorsionada, acaso viéndose enredado con narcotraficantes y un hombre insólitamente pálido. Quepobrestán, por suerte, es también un manual de supervivencia que puede enseñarle a De Nucchi y al lector a enfrentar el horror de la vida cotidiana.
Fernando Figueras ha fundado en Quepobrestán un nuevo género: la nouvelle divague, donde el erotismo, la crudeza, el humor y la reflexión filosófica se encuentran en los repentinos movimientos del pensamiento delirante. La escritura fluye por un curso en constante lucha con lo conocido y lo irremediable: divagar es entregarse a la aventura sin plan, pero sin rendirse, a los descubrimientos y a la experimentación de una nueva percepción. Bajo esa óptica, Federico De Nucchi emprende un viaje que lo enfrenta a su sistema de creencias en el amor, al mundo de los concursos literarios, el márquetin, la academia y la consagración profesional. Quepobrestán es un enigma que irrumpe como promesa de salvación en la fatalidad de un escritor argentino. Un país, una islita en Oceanía que bien podría ser paradisíaca. Pero como esa última sílaba que el idioma quepobrestaní le resta al castellano, el sueño de De Nucchi quizá se realice de manera incompleta y distorsionada, acaso viéndose enredado con narcotraficantes y un hombre insólitamente pálido. Quepobrestán, por suerte, es también un manual de supervivencia que puede enseñarle a De Nucchi y al lector a enfrentar el horror de la vida cotidiana.
~Sitios de interés~
¿Qué opinan? ¿Les copa leer alguno de los libros de Fernando? ¿Lo conocían?
no conocia al autor que bueno conocer mas :)
ResponderEliminarUn saludo!