martes, 6 de octubre de 2015

Reseña: Yo fui esclava.

Autor: Shyima Hall

Editorial: V&R Editoras

Paginas: 256

Cuando somos pequeños, las emociones de nuestras experiencias son las que más nos impactan y crecen con nosotros. Un niño puede no recordar los detalles de una pesadilla, pero la sensación de tener terror que genera el sueño puede durar toda la vida. Así es como la autora recuerda el día en que fue vendida como esclava. El sentimiento de abandono es tan real hoy como cuando ocurrió, cuando ella tenía tan solo ocho años. De un día para el otro, le robaron su niñez, su vida, su libertad y su dignidad. Y nunca dejó de preguntarse por qué. Esta es una historia real, narrada directamente por una víctima de la esclavitud en pleno siglo XIX. Un testimonio fuerte que nos obliga a no mirar hacia el costado, a estar atentos y a luchar para que estas historias, que parecen de novela, no sucedan en la vida real, a nadie nunca más.








Gracias V&R Editoras por el ejemplar.

Parafraseando a Britney Spears, hay dos tipos de personas en el mundo. Por un lado, encontramos a las que leen un libro y se concentran en la forma, en el cómo está escrito, en los recursos estilísticos y gramaticales que se utilizaron a la hora de plasmar los pensamientos en el papel. Por el otro, están presentes aquellas para las cuales predomina el fondo, el qué se dice, la historia per se. Admito que, si bien es una visión un tanto pragmática de la literatura, y la misma no debería analizarse salvo como una escala de grises, esa distinción inicial facilita un poco la tarea de reseñar este libro.
Creo que no hay persona capaz de negar que la historia de Shyima es una de las más impactantes que se ha dado a conocer en los últimos tiempos. Al decir esto, no evoco únicamente a la literatura juvenil, si no a la literatura en general, ya que, como muchos de ustedes deben saber, nos encontramos ante una pieza cuyo contenido es autobiográfico en su totalidad, lo que la dota automáticamente de un peso adicional a la lectura, potenciando, en cierta manera, los sentimientos que es capaz de generar en nosotros.
Creo que lo primero que sucede al comentar la historia es un desborde de preguntas con las cuales nos replanteamos, indirectamente, la situación mundial. ¿Qué clase de mente puede concebir que, incluso en la actualidad, alguien sea vendido como esclavo? ¿Que sea obligado a realizar trabajos a sol y sombra, abusado verbal y físicamente? ¿Qué le sea prohibida la posibilidad de desarrollarse como un ser humano, de educarse, de relacionarse con su entorno? 
A la corta edad de ocho años, Shyima fue vendida por sus propios padres para pagar por un crimen cometido por una de sus hermanas. Para los compradores, una familia acaudalada acostumbrada a rodearse de sirvientes, no era más que un objeto. Fue forzada a trabajar dieciocho horas al día, golpeada y maltratada por sus captores y sus allegados. Mamá y Papá, como ella los llamaba, llegarían al punto de sacarla ilegalmente de su país de origen, Egipto, para trasladarla luego a los Estados Unidos, donde, en un principio, las cosas no serían mejores.
En el año 2011, Shyima fue rescatada por agentes del Servicio de Control de Inmigración de los Estados Unidos. A partir de ese momento, lo que en un principio fue una lucha por ser libre se convertirá en una lucha por adaptarse a la realidad. Sin saber leer ni escribir, sin ningún tipo de base idiomática, deberá encontrar la manera de formar parte de  un mundo que, para ella, es completamente nuevo. 
A lo largo de las páginas, seremos testigos de la manera en que la autora-protagonista pasa de ser una chica introvertida, sumida en sus miedos, a una ciudadana más del mundo. Creo que este proceso es el punto fuerte de la historia, ya que el proceso de cambio que atraviesa la psiquis de nuestra heroína es una de las cosas que mejor quedaron constituidas en el papel. Es un proceso arduo que, al mismo tiempo, representa una fuerza de voluntad intachable.
Los acontecimientos logran, entonces, generar en nuestro interior multiplicidad de sentimientos.  Odio, rencor, tristeza, se transforman rápidamente en alegría, en estupor, en intriga por saber qué vendrá después. Sin embargo, considero, este mérito es únicamente atribuible a lo que se nos está diciendo, al hecho que se nos cuenta, y es potenciado, como sostuve antes, claramente, por saberlo real.
Desde el punto de vista de la forma, tengo que decir que tuve muchísimas complicaciones a la hora de terminar este libro. 
Uno de los  grandes problemas que le encontré se centra en el lenguaje. Shyima utiliza, a la hora de relatar, muchísimas palabras que se repiten una y otra vez a lo largo de oraciones sucesivas, y que, podrían – y deberían – haber sido suplantadas. No estoy hablando de palabras específicas o complicadas, si no de expresiones que pueden ser fácilmente modificadas. Cuando uno llega  a leer la palabra “niña” seis veces en un párrafo de cuatro oraciones, cansa.
Sin embargo,  anteriormente dicho es fácilmente relacionado con una dificultad idiomática más que de escritura. El libro fue escrito en inglés, idioma que la autora se vio obligada a aprender a edad tardía, lo cual podría explicar cierta simpleza en el modo de uso de las estructuras gramaticales. Además, si tenemos en cuenta que lo leí fue una traducción al español, nos encontramos con otra manipulación del texto que podría haber empeorado la situación.
Otro punto que me llamó la atención es que, a mi parecer, hay muchas temáticas que se dieron de manera desorganizada  y repetitiva. Y no estoy hablando de saltos cronológicos, si no de pequeños detalles que se dan en un principio, y luego vuelven a mencionarse como si fuera algo novedoso, como si nunca se hubieran dado. Esto sucede sobre todo al principio del libro, cuando trata de recordar su niñez en Egipto.
Quiero cerrar la reseña recordando que  todo punto de vista es subjetivo.  Mi punto de vista particular, que traté de dejar en claro a lo largo de los párrafos, es que a la hora de seleccionar una lectura se debería buscar mucho más que una buena historia. “Yo fui esclava” es un relato muy bueno, pero mucho de su potencial se pierde con una escritura que, a mi parecer, no estuvo del todo lograda. Lo cual no quita, sin embargo, que considere tenga que ser leída por la mayor cantidad de gente posible, a fin de concientizar sobre realidades que escapan a nuestra vida cotidiana.


Matías Pardini.



~Sobre el autor~


Nació en Egipto hace 24 años.  Hoy tiene una pareja, una hija y vive feliz, pero no siempre fue así: en 1998, cuando apenas tenía ocho años, fue vendida como esclava por sus padres en su país natal.

6 comentarios :

  1. Este libro lleva meses en mi estante, lo compré porque la sinopsis es muy atrayente pero no he podido leerlo. Estoy segura que lo terminaría en días por su tamaño. Espero darle una oportunidad pronto y que no me moleste el punto de las palabras repetidas. Gracias por la reseña.. ¡Nos leemos!
    -Kelly Lopez

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  2. ¡Hola Male! ¡Hola Matías!
    Podría apostar que la reseña está mejor escrita que el libro (lamentablemente) (¡Muy buena reseña!).
    Sé que anduvo dando vueltas mucho tiempo por la blogosfera, pero nunca le había prestado tanta atención. Dejando de lado la deficiencia gramatical, que parece estar debidamente justificada, creo que la temática pasa a ser lo más importante.
    Mi wishlist le manda un saludo muy especial a Llave de tinta. Good job, guys!
    ¡Un beso grande!

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  3. Hola!
    Hace un par de meses que leí esta historia y en vez de darme tristeza recuerdo que me dieron celos, porque aunque la mujer fue esclava, la verdad es que logró mucho más de lo que yo he podido lograr en 15 o 17 años y ella en 3 años logró todo lo que a mí me gustaría tener y por lo que aún lucho por tener, espero mi suerte cambie hehehhee.
    Saludos nos estamos leyendo http://mividaenprogreso.blogspot.mx/

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  4. Excelente entrada. Así deberíamos poder explicarnos todos, poniendo sobre la mesa qué nos gustó, qué no, y los porqué. Tengo que reconocer que el tema de la escritura (esas palabras repetidas infinidad de veces en un mismo párrafo), me tira un poco para atrás, pero como decís vos, quizás la traducción haya empeorado un poco la situación... ¿habrá que probar leyéndolo en inglés?
    Muchas gracias por esta entrada (te fuiste al carajo, muy buena), y un beso enorme♥

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  5. Hola! Muchas gracias por la reseña, esta muy buena! Hace bastante tengo ganas de leer este libro, tiene todo lo que necesite para que sea uno de mis favoritos, espero conseguirlo pronto.
    Besos.

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  6. La historia se ve interesante, me gustan los libros que abordan temáticas como esta, que te hacen ver una realidad que a veces uno ignora. Aunque en mi caso me preocupan tanto la forma como el contenido, así que no estoy segura de que me convenza del todo... La forma condiciona la manera en que uno lee la historia, al menos a mi modo de ver. Pero no descartaría leerlo. Saludos :)

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